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En una hoja de block, Johana Montoya Rosario despejó las dudas sobre el porqué degolló hace una semana a sus tres hijos en Palmar de Varela: 'tenía temor que el Bienestar me quitara a mis hijos'.

La declaración escrita de la mujer a un psiquiatra fue dada a conocer la noche del lunes por la Fiscalía, durante la audiencia en que le imputó cargos por homicidio agravado y un juez penal municipal le dictó medida de aseguramiento en centro carcelario.

Montoya, a quien le practicaron una traqueotomía debido a la herida que se infringió en el cuello, no aceptó los cargos y lo manifestó escribiendo en una hoja.

La Fiscal 3 Local de la URI de Soledad expuso que Montoya señala en una carta suicida a su mamá y su compañero sentimental que su papá, Cipriano José Montoya, tocó en las partes íntimas a su hija. Y que, a raíz de su denuncia, temía que el ICBF le quitara la custodia de sus dos hijos y su hija (ver recuadro).

'Johana le escribió al psiquiatra que no quería perder a ninguno de sus hijos y por eso tomó esa decisión, que quisiera estar muerta por eso', dijo la fiscal durante la diligencia realizada en el Hospital ESE Cari.

En otro escrito, la mujer lamentaba poner en dificultades a su familia, que la culpa era suya y por eso tenía que pagar por lo que había hecho, que no le importaba morirse.

En las necropsias a los cadáveres de los menores, indicó la fiscal, los peritos de Medicina Legal encontraron en la mano derecha de la niña 'lo que corresponde a cabellos', al parecer de Johana. Por estos hallazgos, la Fiscalía investiga si la menor forcejeó con Montoya para evitar que la atacara.

En entrevistas que investigadores judiciales realizaron en Palmar a vecinos, estos afirmaron que Johana convivía en un hogar donde reinaba la armonía y los niños se veían bien cuidados.

'Una vecina dijo que tenía un inconveniente con uno de su hijos, que era muy rebelde, y eso la mortificaba y lo reprendía para que no fuera inquieto, pero que no observaba ninguna actitud violenta contra los niños', leyó la delegada acusadora.

En otra entrevista de los investigadores a Miguel Montoya Rosario, hermano de Johana, la Fiscalía observó algo contrario a lo dicho por los testigos: el pariente sostuvo que ella, al parecer, 'hizo un pacto con el diablo'.

'El hermano hace referencia a que maltrataba fuerte a los menores; hacia el papá dice que son mentiras, que son unas diferencias que hace tiempo persisten entre papá e hija y que (la familia) desconocían que existiera esa denuncia en la unidad de Caivas', concluyó la fiscal.

'No tocó' a niños

En su denuncia contra su papá Cipriano Montoya por presuntos actos sexuales con la niña, Johana resumió su historia: 'Le creí (a la niña) porque mi papá también abusó sexualmente de mí. Tenía 9 años, vivíamos en Magangué con mis tres hermanos y mi mamá. Recuerdo que mis hermanos estaban jugando en el patio y entré a la casa; en el cuarto empezó a manosearme los senos y la vulva. Me dijo que si decía algo, nos podíamos morir. Eso pasó muchos años que solo me tocaba, hasta que me accedió a la edad de 11 años. (...) Yo le pregunté a mis otros dos hijos que si el abuelo le hacía juegos raros, que si le tocaba por atrás o por delante, y me dijeron que no', leyó el fiscal en la audiencia contra el pescador de 52 años.