La captura el miércoles pasado de Doménico Antonio Mancuso Hoyos en Imperia, norte de Italia, y su inminente extradición o deportación a Colombia, agita de nuevo el tema paramilitar en los estrados de Justicia y Paz en el país, particularmente en lo que tiene que ver con los vínculos de algunos militares y exmilitares de alto rango con esta organización criminal.
Doménico, de 51 años, primo hermano del extraditado máximo comandante ‘para’ Salvatore Mancuso Gómez, había tenido poco protagonismo público en la extensa lista de integrantes de este grupo terrorista, no obstante el tenebroso prontuario que las autoridades han dado a conocer ahora a raíz de su aprehensión.
En Justicia y Paz su nombre apenas empezó a conocerse a partir del 2010, por boca del mismo Salvatore Mancuso y de otros jefes paramilitares como Jorge Iván Laverde Zapata, alias el Iguano, cabecilla del frente Fronteras.
El primero lo mencionó como la figura clave con oficiales del Ejército y de la Policía para la llegada de las Auc a Norte de Santander. El Iguano dijo que se reunión seis veces con él para el control de las cuentas del grupo.
Por eso en los medios judiciales comenzaron a llamarlo el ‘eslabón perdido’, ya que a pesar de haber jugado un papel preponderante en los nexos de autodefensas y la fuerza pública, para la justicia era un desconocido, pues jamás se desmovilizó.
Salvatore Mancuso en una de sus declaraciones ante un Tribunal en Bogotá lo mostró como el personaje de la organización con mucho que revelar del matrimonio ‘paras’ y autodefensas.
Esto dijo respecto a su pariente: 'Con Doménico no he tenido comunicación, le he pedido que reconstruyamos esa historia (la de los nexos con militares) y ha sido esquivo', informó el portal de internet Verdad Abierta.
El capturado cabecilla paramilitar era conocido en el grupo con los alias de ‘David Sotomayor’, ‘Lucas’ y ‘Alejandro’.
De acuerdo con lo recopilado por Justicia y Paz, el monteriano Doménico Mancuso llegó a Norte de Santander en junio de 1999, en su papel de coordinador del ingreso del grupo en ese territorio que dominaban las Farc.
Estuvo acompañado en esa misión de alias ‘Pacho Casanare’, hombre de confianza de Carlos Castaño.
'En la finca Cinco Tres, de El Volador, corregimiento de Tierralta, se definió entre Salvatore Mancuso y Carlos Castaño el envío de Doménico a la zona del Catatumbo', se conoció también con base en información de Justicia y Paz.
La escogencia del nombre de Doménico para esta misión de enlace con militares y policías fue estratégica, pues se aprovechó el conocimiento que este tenía del entorno castrense dado que hizo algunos estudios en la Escuela Militar de Cadetes y en la Escuela Naval. Esto le valió ganar contactos con oficiales de alta graduación, 'a los que sabía llegarles fácilmente'.
Sobre Mancuso Hoyos el director de la Policía Nacional, general Rodolfo Palomino confirmó, tras su captura la semana pasada, que jamás se desmovilizó, que no aparece en los registros de entrega de armas y desarticulación de estos grupos ilegales que se dieron durante el primer gobierno de Álvaro Uribe.
'Lo que hizo fue fugarse y refugiarse en Italia, pero hasta allá lo alcanzó el brazo de la ley y la justicia', expresó el alto oficial.
De acuerdo con lo que también dijo Salvatore Mancuso en los tribunales de Justicia y Paz, algunos militares presionaron a Doménico Mancuso para que se abstuviera de la desmovilización.
El propósito de la petición era evitar que confesara todo lo que sabía sobre los lazos de las Auc con altos elementos del estamento militar, Policía y el DAS.
Es por ello que la aprehensión de Doménico tiene en estos momentos a más de un militar y exmilitar ‘corriendo base’, como se dice coloquialmente, pues lo que diga puede abrir un nuevo capítulo en la historia de las investigaciones contra el paramilitarismo en Colombia: nombres de viejos conocidos militares y policías que anduvieron de la mano con las autodefensas en su recorrido asesino por el país.

Salvatore Mancuso, jefe paramilitar extraditado a los Estados Unidos en 2008.
LA MISIÓN DE DOMÉNICO EN EL CATATUMBO
Cuando Doménico Antonio Mancuso Hoyos pisó la región del Catatumbo nadie lo conocía con este nombre, para todos era David Sotomayor, ‘Lucas’ o ‘David’. Los mandos paramilitares quisieron siempre mantener oculto su parentesco con el máximo líder, ‘el mono’ Salvatore Mancuso Gómez.
Llegó como un alto mando paramilitar con la misión de fortalecer el Bloque Catatumbo en dos aspectos: lograr la pacificación interna del grupo que estaba sumido en una guerra intestina entre los comandantes Armando Alberto Pérez Betancur, alias ‘Camilo’; y Régulo Rueda Chávez, alias ‘Marco’.
El otro encargo era el manejo adecuado del chorro de dólares que le entraba a la organización por el tráfico de cocaína, pues según Salvatore Mancuso las cuentas no cuadraban, y sospechaba seriamente que sus hombres en la región lo estaban tumbando.
El manejo de los dividendos del negocio de la droga estaba a cargo de un facción paramilitar de 60 hombres conocidos como los ‘Azules’, comandados por Roberto Vargas Gutiérrez, alias Gavilán, exguerrillero del Epl y actualmente uno de los hombres más buscados del país como uno de los cabecillas de la banda criminal los Úsuga.
Finalmente Doménico desterró de la zona a los ‘Azules’, porque le embolataron a Mancuso una gruesa suma de dinero que le quitaron a las Farc en una emboscada.
Tras consolidarse en el mando del bloque, según han declarado en Justicia y Paz varios desmovilizados, ‘David’ o ‘Lucas’, ordenó homicidios selectivos, masacres y atentados terroristas con carrobomba (Ver recuadros). En Norte de Santander permaneció hasta el 2006.
Sobre la llegada al país de Doménico Antonio Mancuso Hoyos una alta fuente de Justicia y Paz dijo que es cuestión de días.
'Puede ser por vía de extradición, porque se le están atribuyendo delitos de lesa humanidad y no le vale la ciudadanía italiana. O también por deportación. No tiene escapatoria'.
Un mayor condenado
El mayor del Ejército Mauricio Llorente Chávez, comandante en 1999 del Batallón Héroes de Saraguaro de Tibú, adscrito a la Segunda División del Ejército con sede en Bucaramanga, fue condenado a 40 años de prisión por la Corte Suprema de Justicia por sus vínculos con paramilitares y las masacres de la región. Reconoció que se reunió con Doménico Mancuso en un hotel de Cúcuta en 1999, para coordinar la entrada de las autodefensas a Norte de Santander.
El asesinato del exalcalde de Tierralta
Entre los crímenes que se le atribuyen a Doménico Mancuso está el de Héctor Acosta Pacheco, exalcalde de Tierralta y la esposa de este, Leticia Monterrosa, ocurrido el 20 de febrero de 2001 en esa población cordobesa cuando las víctimas iban en una moto cerca de su casa.
El dossier criminal
Doménico Mancuso tiene en Colombia cuatro órdenes de captura por homicidio agravado, concierto para delinquir, desplazamiento forzad. También contaba con circular roja de Interpol. Su expediente criminal según la Fiscalía es este:
132 homicidios por cuatro masacres en La Gabarra.
90 familias desplazadas entre 1999 y 2002.
3.200 personas despojadas de sus tierras.