La fiscalía italiana ordenó el desembarco en la isla de Lampedusa de los migrantes rescatados por el barco humanitario español Open Arms y declaró secuestrado el navío, poco después de que Madrid hubiera fletado un barco militar para recogerlos.
Tras una inspección de la policía judicial con dos médicos, el fiscal de Agrigento (Sicilia), Luigi Patronaggio, decidió que los rescatados debían ser desembarcados y que se logró con 83 personas en la pequeña isla siciliana este martes.
Varados desde el jueves a unos cientos de metros de la costa de la isla italiana, los migrantes no han podido desembarcar ante la negativa de Roma a permitirlo, pese a existir un acuerdo de seis países europeos para acogerlos.
Socorridos en el Mediterráneo por la Ong española Open Arms, algunos de los migrantes llevan 19 días a bordo del barco, igualando el récord que marcaron los 32 migrantes rescatados por el SeaWatch3 y desembarcados finalmente en Malta el pasado enero.
En un gesto desesperado, quince migrantes, algunos de ellos inclusive sin chalecos salvavidas, se lanzaron al agua para intentar llegar a nado a Lampedusa. Una portavoz de la Ong dijo que fueron rescatados por los guardacostas italianos y llevados a la isla. 'La situación está fuera de control', tuiteó Open Arms, cuyo barco albergaba 147 migrantes al llegar cerca de Lampedusa y ahora mantiene a poco más de 80, luego de que decenas de menores de edad y enfermos fueran evacuados.