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Los autores Carton y Slavenka, casi en forma acertada, decían que definir Europa solía ser algo tan simple como exclamar: 'Europa es… ¡no Rusia!'; y otros, de manera muy tajante, abrupta e, incluso, despectiva, como la expresidente de Letonia, Vaira Vike–Freiberga, refiriéndose a la Unión Soviética de forma simplista, resumía que Rusia 'supuso esclavitud, supuso ocupación, supuso sumisión y supuso el terror estalinista', tal como lo contextualiza el experto y analista hindú, Parag Khanna.

Los resultados de la Segunda Guerra Mundial, en algunos casos, no pueden ser interpretados a la ligera, sin antes ver lo que implicó dicha conflagración para el mundo y, en especial, para Europa. Por esta razón, hay que buscar que ciertos territorios que aún permanecen dentro de la esfera de la Federación de Rusia, como es el caso de Kaliningrado, puedan ser explicados a la luz de la seria reflexión geopolítica, pese a la discusión por parte de rusos, alemanes, polacos y lituanos; pero, sobre todo, de los descendientes prusianos.

La región de Kaliningrado es un enclave ruso en el corazón de Europa. Limita por el sur con Polonia, y por el norte y oriente con Lituania. Por el occidente, sus playas son bañadas por el mar Báltico. Según datos del 2016, la región cuenta una población de casi un millón de personas El personaje más relevante en la historia de lo que antes fue Konigsberg, capital de Prusia Oriental, es el filósofo alemán Immanuel Kant, famoso autor de 'Crítica de la razón pura'.

UN POCO DE HISTORIA

Los territorios mencionados pertenecieron a la antigua población de Prusia, a la Orden Teutónica, al Reino de Polonia, el Reino de Prusia y luego a la Unión de Repúblicas Socialista Soviética o Unión Soviética.

Konigsberg perteneció al Reino de Prusia Oriental y a Alemania hasta 1946. Algunos estudiosos examinan detenidamente las actas de conferencia de Potsdam, desarrollada entre el 17 de julio y el 2 de agosto de 1945 y se atreven a afirmar que en las actas no consta que las potencias aliadas hayan aceptado la argumentación de Stalin de dotar de un status especial a Kalinigrado. Se habló fue de administración, lo cual dista mucho de constituir anexión. En otras palabras, la región de Kaliningrado es administrada actualmente por Rusia; pero, dentro del marco del derecho internacional, no es parte de este país, tal como lo expresa Carlos Quiles en su página Lenguas Indoeuropeas.

DE PEDRO HACIA ADELANTE

Pedro, 'El Grande', entre sus grandes alcances geopolíticos estuvo el de darle al Imperio Ruso lo que siempre había anhelado: una ventana a Europa; y esto lo logró con su conquista de la ciudad que hoy lleva el nombre de Saint Petersburgo; sin embargo, Joseph Stalin fue más allá: logró que le adjudicaran Kaliningrado, puerto que se habilita todo el año, pues sus aguas no se congelan, lo contrario a Saint Petersburgo, que sí sufre este fenómeno.

En la actualidad, la Rusia de Putin quiere convertir a Kaliningrado en la Hong-Kong europea. Para ello ha hecho todos los contactos y las inversiones necesarias en la región con el propósito de llegar al objetivo. Pero, los Estados Unidos de América, al igual que la OTAN, tiene otros planes. Con el ingreso de Lituania y Polonia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, y a la Unión Europea, planea instalar en estos dos países un escudo antimisiles a lo que Putin contestó diciendo que si se convertía en realidad, Rusia desplegaría en Kaliningrado un sistema de misiles tácticos de corto alcance con capacidad de colocarles ojivas nucleares.

Así surgió

El territorio de Prusia Oriental (región de Kaliningrado) fue dividido en dos partes. Aproximadamente, dos tercios pasaron a formar parte de Polonia, y un tercio de la Unión Soviética. Por orden de Stalin, empezó una rusificación y sovietización del territorio de Konigsberg, ahora renombrado Kaliningrado. La población alemana fue deportada a Alemania y en trenes fueron traídos rusos étnicos que lograron en poco tiempo poblar de ruso parlantes estos territorios. Durante la guerra fría, Kaliningrado fue una fortaleza de la naval soviética del Báltico y todo en la región giraba en torno a la base militar, y prohibía el acceso de extranjeros.

¿E.U. vs. Rusia?

La renuencia de la Federación de Rusia a entregar Kaliningrado obedece a la amenaza constante de Estados Unidos y de Occidente. Y no sólo a través de sanciones económicas sino de la instalación de un escudo anti-misiles, por parte del gobierno estadounidense, en territorio de Polonia. Más aún, habiéndose logrado que el acuerdo con Irán -que era el argumento que esgrimía Occidente para apoyar la instalación del escudo anti-misiles- Estados Unidos insiste en instalarlo, y la respuesta de la Federación de Rusia ha sido el despliegue del sistema de misiles tácticos Iskander-M en Kaliningrado, dotados con ojivas nucleares y misiles de crucero R-500 con un alcance de 2000 kilómetros que neutralizaría el sistema anti-misiles y adicionalmente los nuevos misiles Topol-M y Yars.