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Según el diario alemán Der Spiegel el temor generado a raíz de la tragedia aérea ocurrida este martes en Francia, en la cual murieron 150 personas luego que un avión se viniera abajo, se ha extendido a los tripulantes de las aerolíneas Germanwings y Lufthansa, quienes se niegan a volar con Airbus por lo sucedido.

Es por esta razón que varios vuelos se mantienen retenidos en el aeropuerto de Dusseldorf, Alemania; mientras que en el aeropuerto de Stuttgart tres viajes de Germanwings fueron cancelados.

Christoph Meier, vocero de Lufthansa, indicó que varios pilotos manifestaron que no podían volar 'por motivos personales', pero que lo que en realidad los motivaba al cese era el temor por la catástrofe.

Dicho temor estaría ligado a que el avión siniestrado presentó el lunes un problema técnico menor en una compuerta delantera del tren de aterrizaje, dijo Meier, pero agregó que fue sólo un problema de ruido que no parecía estar relacionado con la caída del aparato.

Lufthansa convovó a huelga de 24 horas. Hasta ahora han sido cancelados 750 vuelos, de los cuales 27 operan en Barcelona, Madrid, Bilbao y Valencia, principalmente.

Se han cancelado vuelos a Frankfurt y Munich; a Frankfurt y Valencia; a El Prat con Munich y Frankurt; y a Bilbao con Munich y Frankfurt.

En la huelga, coincidencial con los impactantes hechos, los trabajadores de la aerolínea piden que se mantenga su edad de jubilación en 55 años.

Sobre el accidente. Germanwings es una aerolínea de bajo costo propiedad de Lufthansa, la mayor línea aérea de Alemania. Sus principales destinos son europeos.

El desastre del martes es el primero que implica la muerte de pasajeros desde que la aerolínea comenzó actividades en 2002. El logo de Germanwings, que ordinariamente es granate y amarillo, cambió a negro en su cuenta de Twitter.

El avión despegó de Barcelona a las 10:01 a.m. y comenzó a descender poco después de alcanzar su altitud de crucero de 11.500 metros (38.000 pies), dijo el director general de Germanwings, Thomas Winkelmann, a los reporteros de AP. El descenso duró ocho minutos.

Eric Heraud, de la Autoridad de Aviación Civil francesa, dijo que la nave de Germanwings perdió la comunicación por radio con el centro de control a las 10:30 del martes pero los pilotos 'no emitieron señales de alerta'.

Dijo que debido a que la pérdida de la comunicación y el veloz descenso del aparato ocurrieron simultáneamente el centro de control declaró una situación de emergencia.

'No podemos decir de momento por qué nuestro colega entró en descenso, y tan rápido, sin consulta previa con el control de tránsito aéreo', afirmó el director de operaciones de vuelo de Germanwings, Stefan-Kenan Scheib.

El avión se estrelló a una altitud de unos 2.000 metros (6.550 pies) cerca de los poblados de Prads-Haute-Bleone y Meolans-Revels y el popular centro de esquí de Para Loup. El lugar del desastre se ubica a unos 700 kilómetros (430 millas) al sur-sureste de París.

'Se escuchó un ruido ensordecedor. Creí que se trataba de una avalancha, aunque sonó un poco distinto. Fue un ruido breve, duró unos segundos', declaró a la AP Sandrine Boisse, presidenta de la oficina de turismo de Para Loup.

El portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet, dijo a la televisora BFM que preveía una operación de búsqueda y rescate 'extremadamente larga y extremadamente difícil' debido a que el lugar de la tragedia se ubica en una zona muy remota.

El clima en la zona se descompuso el martes en la tarde porque empezó a llover.

El avión fue entregado a Lufthansa en 1991; tenía aproximadamente 58.300 horas de vuelo en unos 46.700 recorridos, informó Airbus. Fue sometido a una revisión de rutina el lunes en Duesseldorf y su anterior inspección completa ordinaria se efectuó a mediados de 2013.