Desde la década de los 70, Venezuela cayó en un endeudamiento paulatino, al mismo tiempo que el Gobierno aumentaba su recaudación y los gastos. Esta situación generó que se devaluara el bolívar y comenzaran a escasear los alimentos y otros productos de primera necesidad.
En su segundo mandato (1989-1993), el presidente Carlos Andrés Pérez buscó dar un cambio sustancial a los problemas económicos que enfrentaba Venezuela en ese momento, a través de un programa al que llamó 'paquete económico', que comprendía ajustar las medidas económicas, financieras y fiscales.
Decidió entonces 'liberar los precios de la canasta familiar, eliminar el control de cambio, aumentar las tarifas de los servicios públicos y del transporte, además buscar la reducción del déficit fiscal'.
Las medidas impuestas por Pérez y la creciente pobreza originaron protestas violentas. La comunidad venezolana, en especial la clase media y baja, salió a las calles y se enfrentó a las Fuerzas Armadas. Fue lo que la gente llamó 'El Caracazo’.
Las principales revueltas se dieron el 27 de febrero y finalizaron el 8 de marzo de 1989. Las manifestaciones tuvieron lugar en Caracas, La Guaira, Maracay, Valencia, Barquisimeto, Mérida y Ciudad Guayana.
El Gobierno declaró toque de queda, militarizó las principales ciudades, organizó allanamientos y persecuciones políticas, pero los alimentos siguieron escaseando y se extendieron los asesinatos de personas inocentes.
Para frenar las protestas, Pérez activó el Plan Ávila que consistía en que el Ejército custodiaba Caracas y otras ciudades con armas de guerra.
El parte oficial del Gobierno reconoció que entre el 27 y 28 de febrero murieron 300 venezolanos, pero denuncias de organismos defensores de los derechos humanos y colectivos sociales, así como versiones de prensa, estimaron en 3.000 las víctimas mortales de la represión.
Por estos trágicos hechos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a Venezuela, en respuesta a denuncias del Comité de Familiares de las Víctimas de los Sucesos de Febrero y marzo 1989 (Cofavic). Ellos consideraron que hubo un genocidio estatal.
Hoy y mañana, en medio de protestas por la falta de alimentos, el alto costo de vida y la inseguridad, el presidente Nicolás Maduro, acusado por el líder opositor Enrique Capriles de reprimir las protestas 'a punta de plomo', declaró días 'conmemorativos no laborables' y llamó a los chavistas a que 'se incorpore, masivamente, a estos actos'. Venezuela vive otra vez días violentos.