
Ventiladores para pacientes con COVID-19
La pandemia del coronavirus ha logrado unir a investigadores de instituciones públicas y privadas que con pequeños gestos aportan a esta coyuntura.
El grupo de investigación del Sena Atlántico y docentes de diferentes facultades de la Universidad del Norte, trabajan en dos prototipos de ventiladores con los que están haciendo pruebas para en un corto plazo poder desarrollarlos en mayor número y aportar al sistema de salud del país para fortalecer las UCI para salvar vidas en medio de la pandemia del coronavirus.
Carolina Garzón Rodríguez, ingeniera electrónica con maestría en Micro y Nano Electrónica, líder del proceso de investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico del Sena (Sennova), explica que “recibimos una inquietud del Sena a nivel central para saber de qué manera nosotros como centros de formación en las regiones podíamos contribuir, y uno de los aspectos a resaltar era que había desabastecimiento de respiradores mecánicos”.
El Sena Atlántico cuenta con un grupo de investigación con expertos técnicos conformados por instructores y aprendices de los diferentes programas de formación y comenzaron a mirar de qué manera podían trabajar.
Enseguida salió la convocatoria del ministerio de Ciencia y se aliaron con la Universidad del Norte para desarrollar un prototipo de ventilador de rescate llamado HopeBreath.
“Hopebreath, el prototipo en desarrollo en alianza con la Universidad del Norte, nació como un equipo de rescate, que busca automatizar el proceso de asistencia respiratoria para pacientes con insuficiencia respiratoria aguda, que están siendo transportados o que se encuentran en espera de un respirador mecánico de alta complejidad. Esto liberaría al personal médico de esa tarea manual, para que brinden asistencia a un mayor número de pacientes.”, explica la líder del proceso de investigación.
“Nos dimos cuenta que en España e Italia, muchas personas morían antes de llegar a los centros hospitalarios porque el personal sanitario encargado de hacer resucitación cardiopulmonar se cansaba de presionar la bolsa de aire, ya que físicamente es un esfuerzo muy grande, por eso pensamos en automatizar ese proceso de insuflado. Al cabo de un tiempo habiendo investigado más, llegamos a ciertas conclusiones que nos hicieron que pensáramos en algo más e iniciamos el desarrollo de otro prototipo”, indica Garzón.

El Sena empezó a desarrollar otro prototipo más robusto con elementos industriales que nunca se han utilizado para la fabricación de este tipo de dispositivos médicos, y de ahí surgió el otro prototipo, PulmoSen, “que está en desarrollo para garantizar una gran resistencia, un gran número de ciclos de trabajo y fácil escalabilidad. Esperamos poder próximamente presentar la documentación al Invima y tener todo listo antes de un mes”.
Garzón dice que desde ya están articulando acciones con dos empresas para que el Invima de su visto bueno, se puedan producir los ventiladores de forma muy ágil.
Ambos prototipos están programados para suplir las necesidades de un paciente con insuficiencia respiratoria a causa del COVID-19 y han sido validados por médicos neumólogos, intensivistas y anestesiólogos. El equipo de trabajo está conformado por instructores expertos de diversas disciplinas y egresados del Sena de gran trayectoria, quienes, de manera comprometida, han contribuido con todo su conocimiento y experiencia para aportar un grano de arena en esta lucha contra la pandemia.
Asegura que “este es un desafío para nosotros como profesionales, pero la misión es apoyar y más cuando se sabe que el Distrito y el país los está necesitando.
“Ha sido un proceso valioso no solo desde el punto de vista técnico sino desde el humano, ya que nuestro sueño es poder aportar en este momento tan complejo que estamos viviendo”, asevera.
Jacqueline Rojas, directora del Sena Atlántico, destaca a este grupo de héroes que con la Universidad del Norte desarrollan un ventilador por volumen y está en proceso de automatización con los parámetros que exige Invima y el otro prototipo más sofisticado lo adelanta el Sena, ambos proyectos los desarrollan con mucho esmero para poder contribuir en el tratamiento de pacientes graves por COVID-19.