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Una monumental escultura en Barranquilla para el héroe Prudencio Padilla, muchas enseñanzas desde su taller particular y 50 años de trasegar por los caminos de la pintura y la escultura le conceden por derecho el título de maestro a Marcel Lombana. Mañana llegará a las 7:30 p.m. con una exposición individual de pintura a la galería de La Aduana. No obstante, también se refiere en esta nota a la escultura.

Aclara de paso que no le gusta figurar, explica que lo suyo en materia de pintura es el figuratismo mágico. El poeta Miguel Iriarte describe ese proceso como 'un discurso visual que podría caracterizarse por una fuerte expresión colorística (...) en el que hacen presencia inocultables trazos y ademanes, y atmósferas de reconocible filiación obregoniana'.

En materia plástica lo desvelan muchas situaciones. Su sueño inmediato, o más bien que crece con el paso de las noche y es poder ejecutar un proyecto monumental —en caso que desaparezca el edificio de la Caja Agraria. 'No creo que me presten atención porque es al estilo de las grandes ciudades, de 35 metros de elevación que en el centro tendría un homenaje a la aviación en Colombia y en los extremos muros en relieve (fuentes) que representan el Río. Es costoso y como aquí no se hacen obras de verdad, sino bustos, pues quizás el proyecto no sea una realidad porque aquí la escultura está huérfana', señala como profesor que también es de Historia Contemporánea del Gran Caribe, en el programa de Humanidades de la Universidad del Norte.

Sobre la exposición de mañana, el maestro Lombana puntualiza que lo que busca que el espectador sea el protagonista. Por eso con tono de ilusión dice: 'Los espero a todos'.

Por Martha Guarín R.