Compartir:
101209-cart%202302.jpg

La edición 53 del Festival de Cine de Cartagena se engalana con la significativa participación del veterano actor Harvey Keitel. Con una filmografía ininterrumpida de más de 40 años, el norteamericano reveló anécdotas y emitió importantes juicios relacionados con la industria.

El afamado actor está en la retentiva de los cinéfilos, entre otras, gracias a memorables producciones como El piano, de Jane Campion; Bad Lieutenant, de Abel Ferrara, y por haber sido uno de los primeros impulsadores de la carrera del director Quentin Tarantino, participando en películas como Perros de reserva y Pulp fiction.

En la noche del viernes, Keitel recibió el Tributo 2013 del Ficci de manos de Salvo Basile, y en la mañana de ayer dio una conferencia de prensa en la que refirió ciertos detalles de su vasta experiencia, y a la que asistieron personalidades como Nórida Rodríguez y su esposo Toto Vega, directores del Festival de Cine de Barichara, Santander.

La sede oficial del Festival, ubicada en el Centro de formación de la cooperación española, en plena ciudad amurallada, llegó a su lleno total. Estudiantes de cine nacionales y extranjeros, directores y productores independientes, y hasta curiosos, se dieron cita para escuchar de voz de este maestro de la pantalla grande, lo que ha sido y continúa siendo su legado.

En su intervención, Keitel conectó al público con sus respuestas, en especial cuando se refirió a la importancia del apoyo estatal para una industria cinematográfica de mayor calidad y menos comercial.

'Lo que hacemos refleja nuestra cultura en muchos ámbitos. Considero que, en el caso de Colombia, debo aplaudir al presidente Santos, pues creo que mostró un liderazgo muy poderoso al venir a la apertura de este Festival. Me gustaría que el presidente Obama algún día hiciera lo mismo. La manera en que Santos habló tan profundamente acerca de lo que Cartagena tiene para ofrecer también fue de mucha inspiración; entre otros aspectos', aseguró Keitel.

El actor de Taxi driver también respondió inquietudes de los jóvenes con relación a la veteranía y la juventud en el cine, pues con ambas esferas ha tenido contacto.

'Hay una diferencia entre trabajar en los setentas, ochentas y noventas. Mi percepción es que se ha vuelto más difícil ahora, todo se ha convertido en algo más comercial. Se vuelve más difícil lograr materializar tus películas', puntualizó.

Sobre la importancia de la preparación teatral-cinematográfica también emitió sus juicios. 'Los ensayos son absolutamente necesarios, ya sea para el cine o el teatro. Primero que todo, actores, directores y escritores necesitan conocerse entre sí mismos, llegar a poseer el personaje que van a interpretar y entonces, entre más ensayen, menos dinero van a necesitar en plena producción. Si sufren en los ensayos, más se divertirán durante la filmación o cuando suba el telón'.

También habló de la forma como conoció a Quentin Tarantino. 'Yo fui coproductor cuando lo conocí. Él nunca antes había hecho algo que hubiese tenido mayor reconocimiento. Necesitábamos estar cerca de los financiadores, tenía que haber una comunicación entre ambas partes porque ellos nos necesitaban y como nosotros dirigíamos, actuábamos y producíamos las películas, teníamos que estar cerca de las personas que financiaban estos proyectos. De la lucha para coproducir Perros de reserva junto a él, se aprendió que vale la pena no rendirse', concluyó el artista.

El presente de Keitel en la industria lo vincula a la cinta God only knows para este 2013 y con The grand Budapest hotel, para el 2014; producciones en las que seguramente deleitará a todos con su talento.

Por Rafael Escobar Saumet
Enviado especial