Ejercer la defensa de Triple A nos compete a los barranquilleros, también a los atlanticenses, que debemos arroparla para evitar que su manejo termine ideologizado o instrumentalizado al vaivén de mezquindades políticas, además en pleno año electoral.
Editoriales
Quienes acaban de llegar a esta discusión de vieja data, como los actuales inquilinos de la Casa de Nariño y sus entidades anexas, carecen de contexto frente al dolor de cabeza, o de forma más precisa, a la migraña crónica que ha sido para generaciones de atlanticenses la bendita caseta.
Solo en el mes de enero, la ciudad registró una cifra récord de homicidios –36–, la más crítica de un primer mes del año desde 2018, cuando se registraron 34. Hubo más asesinatos que días en este arranque del 2023, pese a los incansables esfuerzos de las autoridades por combatir la delincuencia que se ha expandido en las cinco localidades de la ciudad.
Se trata de remar hacia el mismo lado, pero usted, presidente, es quien lleva el timón de este barco que es Colombia. Si encalla, vendrán las tinieblas y nos hundiremos todos. Imponer más polarización no es tabla de salvación para nadie, incluido usted.
Ilusiona que este paso sea de verdad el salto que le hacía falta a esta zona norte del país con tanta riqueza y diversidad para avanzar en los grandes proyectos que se requieren para comenzar a satisfacer las necesidades de los más de 10 millones de habitantes de la Costa.
La vida misma palpita, a cualquier hora, en el corazón de estos entrañables sitios donde se forja nuestra identidad ciudadana de una manera fascinante: entre avalanchas de risas, emotivos juegos, infatigables actividades recreativas, furtivos romances, complicidades deportivas o combativas movilizaciones populares.