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El parque lineal que será construido en el sitio donde queda hoy el Batallón de Policía Militar será la zona verde más grande de la ciudad. Un proyecto que se inscribe en la necesidad global de trabajar para mitigar el cambio climático y reclama, por lo tanto, una ejecución responsable.

El traslado del Batallón de la segunda brigada, que va desde la Vía 40 hasta el puente de El Country y abarca gran parte del barrio Paraíso, más allá de ser una de las apuestas para descongestionar el norte de la ciudad es una idea que busca darles a los habitantes de Barranquilla un nuevo espacio verde con un rasgo paisajístico particular: mirar al río desde un parque lineal.

La firma de la cesión del lote se haría en dos meses, según lo afirma el Distrito, con lo cual, comenzaría en firme este proyecto de renovación urbana que le permitiría a la ciudad pasar de tener 0,8 metros cuadrados de espacio público y zonas verdes por habitante a contar con 1,4 metros. Ese salto va en consonancia con el programa Todos al parque, liderado por la administración de Elsa Noguera y potenciado ahora por el alcalde Alejandro Char.

Se busca subsanar una crítica falencia ambiental en el desarrollo de la ciudad. Los distintos fenómenos desencadenados por un manejo inconsciente de los recursos naturales a nivel global, ha convertido en una prioridad local el enfocar los esfuerzos hacia dinámicas más amables. Son más necesarias que nunca formas sostenibles de integración ecológica en las zonas residenciales. La iniciativa apunta a convertir a Paraíso en epicentro de esta nueva concepción.

Al parque que se construirá lo llaman desde ya el nuevo "pulmón de la ciudad". Se trata, precisamente, de aprovechar la coyuntura para ofrecer a los ciudadanos un sitio donde puedan disfrutar de un espacio natural grande y abierto.
El proyecto contempla, además, prolongar la calle 79 desde la carrera 60 hasta la vía 40 y conectar las carreras 65 y 72 con las calles 76 y 82, con el objetivo de descongestionar el tráfico en esa zona.

El batallón está ubicado en 51 hectáreas, de las cuales, 13 se venderán y con ese dinero se construiría el parque en 38 hectáreas. La exalcaldesa dijo en su momento que se levantarán edificios de 20 a 40 pisos, desarrollos habitacionales de iniciativa privada.

En tiempos en que escasean los espacios para construir cualquier tipo de proyectos urbanísticos en casi todas las grandes ciudades, es toda una apuesta medioambiental que Barranquilla proyecte construir un parque de 38 hectáreas en una de las zonas más apetecidas. Se requerirá de gran voluntad política y una planificación muy responsable para blindar la ejecución y llevar a feliz término este ambicioso proyecto, reflejo de lo profundo que ha calado el mensaje de concientización ambiental.

La iniciativa se perfila como modelo a nivel regional para los gobernantes de las ciudades de la Costa, en las cuales todavía hay mucho por hacer en materia de espacios públicos para el disfrute colectivo. Esta decisión marca, además, una senda para los futuros gobernantes de Barranquilla en relación con la importancia del urbanismo y la búsqueda por el bienestar común. El parque lineal que se planea construir le cambiará la cara a esta parte de la ciudad si el proyecto se ejecuta como se promete. Solo entonces, y de la mano de su integración con otros proyectos, como el Centro de Eventos y Exposiciones del Caribe Puerta de Oro, la renovación urbanística en La Loma, el Malecón del Bicentenario, la Intendecia Fluvial, entre otros, formarán un circuito con el cual los barranquilleros puedan volver a darle la cara, de verdad, al Magdalena. Ese río que desde su origen fue su mayor fuente de progreso, pero que por años estuvo reducido al patio trasero.