El calendario académico en Atlántico comenzó ayer para 167.000 estudiantes de educación básica y media, aunque para el resto del país solo hasta el lunes se abrirán las puertas de los colegios oficiales.
Simbólicamente el mensaje de anticiparse al inicio del calendario denota una actitud de trabajo acorde con el carácter prioritario que debe tener la educación para los gobernantes. La administración departamental promovió el eslogan ‘Atlántico le madruga a la educación’, e invitó a la ministra de Educación Gina Parody a presidir el evento ayer en el municipio de Santa Lucía.
Con este grito de batalla comienza para el departamento un año lectivo en el que se le apuesta a ampliar cobertura y mejorar la calidad. En el evento de ayer el gobernador Eduardo Verano De la Rosa anunció la construcción de 62 nuevos colegios que serán financiados con 90.000 millones que aportará la gobernación y 200.000 millones que girará el Gobierno nacional.
Si bien cada vez se ven más iniciativas que buscan brindar a docentes becas para estudios en el exterior y capacitación en nuevas tecnologías, es necesario que se sigan promoviendo programas que privilegien el acompañamiento a los maestros en su trabajo cotidiano.
Intercambio de experiencias, asesorías formativas basadas en modelos pedagógicos y más estímulos a la innovación, podrían ser algunas de las fórmulas para impulsar el salto en calidad educativa que requiere no solo el departamento del Atlántico sino la Región Caribe en general.
Cada comienzo del calendario escolar es una oportunidad para corregir lo que no funciona y escuchar a los maestros y padres de familia sobre los aspectos que se pueden mejorar. Para esto conviene abrir espacios de reflexión y dejar que surjan ideas de quienes viven día a día la realidad escolar.
Hay que aplaudir los esfuerzos para la creación de la Universidad del Sur, cuya infraestructura fue entregada en el municipio de Suan, y para la cual se construyó una pequeña embarcación que transportará de un lado al otro del canal del Dique a los estudiantes de las poblaciones de Atlántico y Bolívar.
Ahora la consigna es vigilar que ese claustro universitario preste su servicio sin influencias ajenas a lo educativo. Esa tarea le corresponde a las mismas autoridades, a los organismos de control, a las veedurías y a la comunidad estudiantil.
Un grupo de 45 estudiantes de grado 11 del municipio de Santa Lucía recibirá una capacitación de la Universidad del Norte en convenio con la Gobernación del Atlántico para que se preparen con miras a las pruebas Icfes. Esfuerzos como este no sobran siempre que estén dirigidos a prioridades, cuenten con recursos garantizados y se conviertan en programas que trasciendan las administraciones.