Ante la inminencia de la aplicación en Colombia de la técnica de exploración y producción de hidrocarburos a través de fracturación hidráulica o fracking, como es conocida internacionalmente, surgió una polémica nacional similar a la que viven otros países.
Esta técnica que hoy genera voces de rechazo por las consecuencias ambientales que al parecer produce, y que está prohibida por unos 20 países entre ellos Francia, Bulgaria, Holanda, Irlanda del Norte y algunos lugares de Estados Unidos, ya tiene una reglamentación en Colombia.
Aunque el ministro de Minas, Tomás González, dijo que estas normas por sí no constituyen una autorización para que una compañía aplique la técnica, ya que requiere permisos ambientales previos, dejó en claro que el método es necesario para la exploración y explotación de los hidrocarburos que se encuentran en yacimientos no convencionales, de los que dependen las futuras reservas del país y los nuevos ingresos estatales.
'Hoy tenemos las reservas, tenemos los depósitos, pero si no los desarrollamos, si no utilizamos la tecnología correcta (fracking) esos recursos se quedarán enterrados', dijo.
Amylkar Acosta, exministro de Minas, aseguró que después de Argentina y Brasil, Colombia es el país de América Latina con mayor potencial en reservas de gas y petróleo de esquistos. La mayor concentración de estas formaciones está, según estudios, en la zona del medio y alto Magdalena.
Coincidió con González en que la nueva reglamentación 'blinda jurídica y ambientalmente' al país en cuanto a la aplicación de esta técnica.
Para Hernando Gutiérrez de Piñeres, vicepresidente de Operaciones de Transporte de Promigas, las normas aprobadas hacen viable aplicar el fracking, para aprovechar las reservas de gas que solo pueden extraerse con esta tecnología. Cree que al momento de entregar los permisos el Ministerio de Ambiente y la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales serán cuidadosos. 'Han hecho demasiado escándalo alrededor de esta situación', opinó.
Consecuencias. Organizaciones ambientalistas como Greenpeace afirman que los impactos ambientales de la fracturación hidráulica incluyen la contaminación de las aguas subterráneas, de la atmósfera con emisión de gases de efecto invernadero (metano), temblores originados por el movimiento de las placas tectónicas y daños paisajístico.
En España mientras el ministro de Industria, José Manuel Soria, defiende la aplicación del fracking 'si se respetan las garantías medioambientales' para que ese país dependa menos de las importaciones de hidrocarburos, voceros del PSOE expresan su rechazo a la técnica y declaran 'la lucha en su contra', especialmente en las Canarias. En medio del debate, el Tribunal Constitucional español tumbó una ley antifracking promulgada por las autoridades regionales de Cantabria. Argentina y México han sido escenario de innumerables protestas de rechazo.
El senador del Polo Democrático, Jorge Robledo, miembro de la Comisión Quinta del Senado de asuntos mineros y petroleros, dijo que es necesario hacer un debate nacional. 'El riesgo es muy grande y el Gobierno está actuando d irresponsablemente'.
Sobre la necesidad de explotar las reservas de hidrocarburos, cree que 'es una actitud desesperada, pues no se puede solucionar un problema, creando otro más grave'.
La bancada del Partido Verde, que solicitó al Gobierno nacional prohibir el fracking, aseguró que la técnica consume grandes cantidades de agua, por lo que es cuestionable su aplicación teniendo en cuenta que el país 'enfrenta una de las peores sequías por cuenta de la locomotora minera'. Un ejemplo es lo que sucede en Santander, Casanare y La Guajira.
'Es inconcebible que mientras las empresas de explotación de carbón y gas utilizan más de 17 millones de litros de agua diarios, cientos de guajiros, especialmente niños, día a día mueren por falta del líquido vital y la desnutrición. Está visto entonces que la institucionalidad ambiental, al menos por ahora, no está en la capacidad de monitorear el fracking', señaló un comunicado de la colectividad.
Indicó, asimismo, que la fractura hidráulica 'es un nuevo intento de alargar vida a un modelo energético sucio y contaminante, que pone en riesgo la vida de los ecosistemas y los seres humanos'.

La técnica
¿Qué es?
Es una técnica de fracturación hidráulica, usada para la exploración y producción de hidrocarburos que se encuentran en yacimientos no convencionales (rocas porosas). Consiste en producir pequeñas fracturas en las rocas para que aumente su permeabilidad, permitiendo que el hidrocarburo fluya hacia el pozo y de ahí a la superficie. La fracturación se realiza a través del bombeo de un fluido compuesto por agua y arena, en su mayoría, con un aditivo de químicos que se inyecta con alta presión por el hueco del pozo. Al terminar el proceso, el pozo saca parte del fluido inyectado junto con el hidrocarburo y el agua que estaban originalmente en la roca.