
Un nuevo paso ha dado el Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos en medio de una difícil jornada que comenzó con la oposición de manifestantes que ingresaron a la sala del Senado del país estadounidense para expresar su inconformismo repitiendo una y otra vez 'asesinos de sindicalistas'.
Los protestantes aplaudían cada vez que un senador demócrata se pronunciaba en contra del TLC con Colombia por la violencia contra sindicalistas. La policía sacó a cuatro de ellos de la sala, que continuaban gritando '¡senadores, tengan vergüenza!'.
El ambiente volvió a su normalidad y finalmente, el Comité de Finanzas del Senado procedió a votar los acuerdos comerciales con Panamá Corea del Sur dando como resultado su aprobación a viva voz.
El único de los tres que se vio sometido a votación registrada fue el de Colombia, que obtuvo 18 votos a favor y 6 en contra.No obstante, la votación definitiva será hoy cuando los acuerdos se discutan en plenaria de la Cámara y el Senado estadounidense.
Más empleos. 'En estos momentos de difíciles tiempos económicos, estos acuerdos comerciales son exactamente lo que nuestra economía necesita para espolear la creación de empleos', dijo ayer el presidente del Comité, el demócrata Max Baucus.
Así mismo, destacó que los TLC negociados entre 2006 y 2007 durante la presidencia de George W. Bush incrementarán las exportaciones y el Producto Interior Bruto de Estados Unidos en más de 15.000 millones de dólares.
'Un acceso justo' a los exportadores de EU y la mitigación de la 'injusta desventaja' de Canadá y la Unión Europea en esos mercados, es como el senador Orrin Hatch, el republicano de mayor rango en el Comité, ve la aprobación de los tratados de libre comercio con Colombia, Panamá y Corea del Sur.
Agregó que hace una década Colombia estaba cerca de convertirse en un ejemplar de un 'fallido narcoestado' pero, hoy por hoy, su economía está creciendo, el empleo sube y la violencia ha bajado marcadamente'.
Sin embargo, el senador demócrata de Nueva Jersey, Bob Menéndez, subrayó que si bien Colombia debe ser aplaudida por sus avances contra el narcotráfico y en el fortalecimiento de su democracia, votaría en contra del TLC –el más polémico de todos– debido a la persistente violencia contra los sindicalistas.
Menéndez se refirió a un informe reciente de Human Rights Watch, que destacó que Colombia es uno de los países 'más letales' contra sindicalistas y ha registrado pocos avances en el combate a la impunidad en esos casos.
De los 2.886 sindicalistas asesinados desde 1996, las autoridades judiciales solo han logrado condenas en menos de un 10%, aseguró Menéndez.
Recuento. El TLC con Colombia fue suscrito en noviembre de 2006 pero los demócratas, presionados por los sindicatos, lo mandaron al congelador debido a las preocupaciones por las condiciones laborales y de derechos humanos en el país andino.
En abril pasado, el Gobierno colombiano suscribió un 'plan de acción' en el que se comprometió a reforzar las protecciones laborales en ese país.
Tiempo récord. La velocidad como se movieron los acuerdos comerciales en el Congreso contrasta con los casi cinco años que estuvieron estancados en la Casa Blanca, debido a los obstáculos puestos principalmente por el Partido Demócrata.
Nuevos mercados
Se espera que las exportaciones de bienes agrícolas y manufacturados de Estados Unidos suban con los tres acuerdos debido a la anulación gradual de los aranceles, aunque los mayores beneficios vendrán del tratado con Corea.
Los pactos también abren nuevos mercados para las empresas estadounidenses en sectores de servicios como banca, seguros y entrega de encomiendas.
En general, los sindicatos se oponen a los tratados porque temen que alienten a las empresas a trasladar sus operaciones al exterior.
Por Redacción economía











