
El Congreso se apresta esta tarde a aprobar los acuerdos de libre comercio con Corea del Sur, Colombia y Panamá que tienen el potencial de impulsar la actividad económica y aumentar el empleo.
El presidente Barack Obama y los republicanos dijeron que la acción anticipada demuestra que pueden cooperar para revivir la economía deprimida. Los acuerdos constituyen 'un área de puntos en común en la que hemos trabajado juntos', dijo el titular de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.
Las tres votaciones en la cámara baja, que serán seguidas por otras tres en el Senado, tienen lugar un día después que los senadores republicanos se unieron para rechazar el plan de Obama para crear empleos.
Pese a que se anticipa un apoyo generalizado para los acuerdos comerciales, persisten los resentimientos políticos. Los republicanos criticaron a Obama por demorar años en enviar los acuerdos -todos firmados durante el gobierno de George W. Bush- al Congreso para su aprobación definitiva.
Muchos de los principales partidarios de Obama, incluso sindicatos y demócratas de áreas golpeadas duramente por la competencia extranjera, no estaban conformes de que la Casa Blanca promoviera los beneficios del libre comercio.
La oposición demócrata manifestó particular oposición al acuerdo con Colombia, donde los dirigentes sindicales enfrentan desde hace mucho tiempo la amenaza de violencia.
'Considero profundamente inquietante que el Congreso de Estados Unidos considere siquiera un acuerdo de libre comercio con un país que tiene el récord mundial de asesinatos de dirigentes sindicales', dijo Maxine Waters, representante demócrata. Para hacer frente a tal insatisfacción, la Casa Blanca demandó vincular los acuerdos comerciales a la extensión de un programa de la era de John Kennedy que ayuda a los trabajadores desplazados por la competencia extranjera con entrenamiento y ayuda financiera.
El Senado lo aceptó; la cámara baja planeaba una votación para hoy, que se prolongaría hasta las horas de la tarde.
La votación del martes
El martes, el Comité de Finanzas del Senado votó el TLC con Colombia, 18-6, y aprobó a viva voz los de Panamá y Corea del Sur. La semana pasada, el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes también les dio el visto bueno.
Los partidarios de los acuerdos comerciales tienen previsto realizar un mitin político hoy en el exterior del Capitolio, cuando el pleno de la Cámara de Representantes inicie el debate.
Bajo las reglas parlamentarias, ambas cámaras del Congreso pueden debatir simultáneamente los acuerdos comerciales, pero el Senado sólo puede someterlos a votación definitiva una vez que salgan ratificados de la Cámara de Representantes.
De los tres pactos, el de Colombia es el que ha suscitado las mayores pugnas entre demócratas y republicanos, sobre todo por la situación de derechos humanos y laborales en ese país.
El TLC con Colombia fue suscrito en noviembre de 2006 pero los demócratas, presionados por los sindicatos, lo mandaron al congelador debido a preocupaciones por las condiciones laborales y de derechos humanos en ese país.
En abril pasado, el Gobierno de Colombia suscribió un 'plan de acción' en el que se comprometió a reforzar las protecciones laborales en ese país.
Los partidarios de los pactos aseguran que éstos aumentarán las exportaciones anuales de EEUU y ayudarán a crear empleos dentro del país.
Sus detractores señalan que los acuerdos hasta ahora suscritos por EEUU han perjudicado a la fuerza laboral estadounidense porque las empresas ha desplazado sus operaciones al exterior en busca de mano de obra barata.
El Congreso tiene previsto aprobar por separado una extensión de la Ley de Ajuste Comercial (TAA, en inglés) para ayudar a los trabajadores desplazados por la competencia del comercio exterior. EFE











