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El segundo Oscar de mejor director para Alfonso Cuarón por Roma confirma el éxito de los realizadores mexicanos en Hollywood. Esta vez con una película autobiográfica en español y lengua indígena, en un momento difícil en la relación con Estados Unidos.

El drama de Netflix, filmado en blanco y negro, con elenco y equipo netamente mexicanos y que marcó el regresó de Cuarón a rodar en su país después de 16 años, se llevó tres de las 10 estatuillas por las que competía.

'El éxito de Roma se debe, sí, a Cuarón, pero también a todo su equipo de trabajo, desde las actrices hasta el diseño de producción y sonido', dijo el presidente de la Academia Mexicana, Ernesto Contreras.

'La proyección que alcanzó este filme es histórica, y es benéfico para el cine mexicano', añadió.

La historia de éxito de los mexicanos en el Oscar empezó en 2014 cuando Cuarón y Emmanuel Lubezki lograron la hazaña con Gravedad, protagonizada por Sandra Bullock, que ganó siete premios, incluidos mejor director y mejor fotografía.

En 2015, Alejandro González Iñárritu regresó con Birdman, que lo coronó como mejor director, además de ganar los premios a mejor película, fotografía y guión original. Un año más tarde obtuvo su segundo Oscar de dirección con El renacido.

Con ese mismo filme, Lubezki ganó su segundo premio a mejor fotografía.

'Hollywood se dio cuenta'

En noviembre de 2017, el proyecto interactivo Sal y Arena le valió un Oscar Especial, los que entrega la Academia fuera de competición, a González Iñárritu y, unos meses después, en 2018, su colega Guillermo del Toro ganó la estatuilla a mejor director por La forma del agua.

'Hollywood se dio cuenta que en México se están haciendo cosas muy interesantes', dijo el crítico e investigador Rafael Aviña.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien felicitó a Cuarón por su éxito, a pesar de reconocer que no ha visto la película, dijo que en el país aún hay 'mucho racismo'.

'Quiero agradecer a la Academia por reconocer un film centrado en una mujer indígena, un personaje que históricamente ha sido relegado en el cine', dijo Cuarón al recibir el Oscar a mejor director.

'Como artistas nuestro trabajo es mirar adonde otros no lo hacen', agregó.

'Roma' en la era Trump

Al discurso del cineasta mexicano se añade una reciente sesión fotográfica para la revista W donde Aparicio posó junto a la valla fronteriza de Tijuana, que divide México y Estados Unidos.

Para el académico de la Universidad de San Diego y experto en temas fronterizos, David Shirk, Roma llega en un momento 'crítico' de la relación binacional, principalmente desde la perspectiva humanista.

'Ha habido otras películas extranjeras que merecían un Oscar, pero el triunfo de Roma es muy simbólico, en términos políticos, por la larga, estrecha y profunda relación que existe entre ambas naciones', explicó Shirk.