Lo que se viene tras el restablecimiento de las relaciones bilaterales
Expertos señalan que lo importante en esta siguiente etapa de las relaciones debe estar centrado en trabajar por la integración real de los migrantes en el país, además de recuperar todas las instancias que había entre ambos países.
Si de algo están seguros Colombia y Venezuela en este momento es que no quieren que la ruptura de sus relaciones, en su amplia extensión, vuelva a ocurrir. El embajador de Bogotá en Caracas, Armando Benedetti, tiene más que clara esa premisa, pues a pocos minutos de haberse reunido la tarde del lunes con el presidente del vecino país, Nicolás Maduro, indicó que hablaron “sobre la urgencia de restablecer los lazos de amistad que nunca se debieron romper”.
Los dos gobiernos han expresado que para que esto no vuelva a pasar lo deseable, como lo ha expresado el presidente Gustavo Petro, es lograr “la reinstitucionalización de la relación”.
Este aspecto pasa por recuperar todas aquellas instancias que había entre ambos países considerados históricamente como hermanos, más allá de los lazos fronterizos, algo que el mandatario venezolano definió como un vínculo y “una historia gloriosa de rebeldía y libertad” unidos “en la hermandad profunda bolivariana”, por lo que se busca que estos nuevos acercamientos sean “inquebrantables”.
Ronal Rodríguez, vocero del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, fue más allá de lo romántico y aseguró que entre Colombia y Venezuela había consulados, comisiones de frontera, comisión de conciliación, y unos espacios en los cuales se podía resolver muchas de las dinámicas de seguridad, salud y atención social.
“Si lo deseable es que Colombia y Venezuela tengan una relación de Estado, es fundamental trabajar en recuperar toda esa institucionalidad; no obstante, hay que decir que tanto el presidente Petro como el presidente Maduro han nombrado embajadores que son muy cercanos a ellos, lo que podría afectar la real institucionalidad”, señaló Rodríguez.
Expresó el experto que lo visto hasta este momento da luces de que la relación “va a depender” de presidencia y que los embajadores parecen ser unos “operarios de presidencia”, más que unas instituciones que fungen en función de los dos Estados.
Ante esa situación, el académico recomienda la creación de una agenda de largo plazo para los dos países, en la que se pueda identificar cuáles son esos temas estructurales. “Eso implica una negociación muy compleja con Venezuela, sobre todo porque hay temas que ambos países quieren poner en la mesa”.
“El tema migratorio es un tema clave que no se ha hablado hasta el momento, y es un punto estructural en vinculación de los países que tienen tantos migrantes”, dijo Rodríguez, quien añadió que ambas naciones “deben trabajar en ese proceso”.
Recordemos que en el anterior gobierno el tema migratorio fue pilar en su política; sin embargo, el vocero del observatorio señala que este tema debe ser “bien entendido por este gobierno”, ya que le corresponderá el proceso de integración que inició con la expedición del Estatuto de Protección. “Trabajar en esta integración real le corresponde a Petro”.
Con relación a los espacios físicos (sedes de embajadas y consulados), el académico señala que esos puntos serán más complejos debido al desamparo de esas estructuras en los últimos años.
“El gobierno de Venezuela tiene muy poco interés en que se dé un tratamiento consular a sus ciudadanos en territorio colombiano, porque primero eso disiente de la dinámica de ellos de que los venezolanos están regresando, lo cual no es cierto, y por otro lado está la negación de que más de 6.8 millones de venezolanos salieron de su territorio”, precisó Rodríguez.
Por su parte, Julio César Henríquez Toro, abogado y PhD en ciencias políticas, señaló que la seguridad y la lucha contra el crimen organizado que hace vida efectiva en la frontera en las ciudades y en las zonas rurales del país requiere “urgente la aplicación de una política criminal concertada” y con enfoque en el respeto de los derechos humanos.
“Es por eso que el restablecimiento de las relaciones pasa por la recuperación de la confianza entre los dos Estados que se habían acusado permanentemente de conspiraciones, cercos diplomáticos, narcotráfico, dictadura y corrupción de ambos lados”, dijo Henríquez.
Al mismo tiempo asegura que los temas de migración, trata de personas y los diálogos de paz “estarán como prioritarios en la agenda”. “Por supuesto, la relación cultural, científica, académica y la cooperación son aspectos que deben considerarse como esenciales para sostener una relación cordial, productiva y respetuosa, como deben caracterizarse los intercambios entre dos naciones”.
