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Una reunión en la Casa de Nariño, Bogotá, que duró cerca de dos horas fue clave para que el presidente Gustavo Petro decidiera pedir a la Fiscalía adelantar investigaciones contra su hermano, Juan Fernando Petro, y su hijo mayor, Nicolás Petro, por versiones que los vincularían con hechos de corrupción y narcotráfico.

Day Vásquez, expareja sentimental del hijo del presidente de la República, contó que llegó hasta el despacho del mandatario para contarle todo lo que sabía de los supuestos dineros que había recibido su hijo de 'personas que han tenido un pasado un poco oscuro', según detalló.