El Heraldo
Colombia

Grupos ilegales que se quedaron con los territorios de las Farc

El Clan del Golfo ha triplicado su número de hombres en el país y se ha adueñado de la región. El Eln hace alianzas con disidencias para luchar contra las AGC en los Montes de María. 

El tablero del conflicto armado en Colombia refleja, hasta ahora, un escenario preocupante: las únicas fichas que se multiplican y dan un paso al frente en la guerra son las de los grupos armados ilegales.

La reproducción de las organizacionales al margen de la ley, de acuerdo con el Gobierno de Gustavo Petro, se debe –sobre todo– a los ambiciosos planes de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, o Clan del Golfo, y de grupos disidentes para tomar el control de los kilométricos territorios que quedaron “sin dueño” tras la desmovilización de las Farc en 2016.

Danilo Rueda, alto comisionado de Paz, reveló durante un debate de control político que la ausencia del Estado y falta de implementación del acuerdo de La Habana, especialmente en las zonas rurales y alejadas de los cascos urbanos, se han convertido en caldo de cultivo para engordar los bolsillos de los grupos criminales, que nutren su accionar a través de las rentas ilegales y el control social.

De acuerdo con cifras que maneja la OACP y Mindefensa, un aproximado de 20.600 hombres hacen parte en la actualidad de los grupos al margen de la ley, que luchan entre sí por el control de las rutas del narcotráfico.

La situación es tan delicada que la Oficina del Comisionado de Paz debe pedir permiso a los mandos altos y medios de los grupos ilegales cuando representantes de la entidad o de otras organizaciones garantes van a ingresar a pueblos ampliamente dominado por el narco.

En este sentido, el crecimiento del Clan del Golfo, que según las Naciones Unidas controla la salida de base de coca del país, es quien más preocupa al Gobierno al afincar su dominio en 14 departamentos del país.

“Nunca había ocurrido que este grupo tuviera control en el Magdalena Medio, no había logrado tener presencia permanente”, reconoció Rueda.

Precisamente, los tentáculos del Clan del Golfo hace años que crecieron del urabá antioqueño y ‘arroparon’ el sur de Bolívar, uno de los corredores pasa sacar donde la coca de Norte de Santander. De esa zona, constituida en esencia por Arenal, Cantagallo, Morales, San Pablo, Santa Rosa del Sur y Simití, entre otros, se fortalecieron las AGC y empezaron a tercerizar sus labores con bandas criminales desde los Montes de María hasta la Sierra Nevada de Santa Marta.

En los Montes de María, según la Defensoría del Pueblo, este grupo ilegal resuelve conflictos de la comunidad, imponen sanciones o financian proyectos, “usurpando funciones del Estado”.

“Hay una intención de seguir creciendo de estos grupos armados que difiere de su intención de diálogo. El crecimiento de estos grupos ilegales se debe a las diferentes conflictividades que hay en las diferentes regiones, eso significa los intereses económicos que hay. Hablamos de economías de guerra como la minería ilegal, la deforestación; es decir, las rentas que está generando la guerra hacen que cada vez existan más intereses de grupos armados por hacerse de dueños de esto.

Eso denota incluso la falta de interés político y solo están detrás de estos ingresos”, explicó Leonardo González, coordinador del observatorio del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, Indepaz, en diálogo con EL HERALDO.

Según González, el Clan del Golfo y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra o Los Pachenca tienen “amplio dominio” en la región Caribe, lo que ha generado una ola de violencia preocupante.

En la actualidad, el Clan del Golfo tiene más de 8.000 hombres, mientras que las ACSN, suman cerca de 800 efectivos; sin embargo, continúan creciendo hacia La Guajira y el Cesar.

“Son responsables de asesinatos en La Guajira, en el área metropolitana de Barranquilla; en Soledad, que es uno de los municipios más violentos del país junto a Tumaco y Cúcuta. Es muy grave porque es un accionar permanente. Ya no son grandes grupos que andan de 200 o 300 personas, sino que son apoyados en bandas y esto hace que sea más difícil de controlar”, explicó.

Por su parte, Luis Trejos, investigador del conflicto de la Universidad del Norte, consideró que en la región Caribe se ha recrudecido por las alianzas de bandas para hacerle frente al Clan del Golfo.

“En el sur de Bolívar le han quitado territorios históricos al Eln, esta última organización armada ha tenido que aliarse con una disidencia del frente 37 para tratar de frenar el avance de las AGC”, explicó el académico.

Según Trejos, otro de los frentes preocupantes es el dominio e injerencia que tienen las organizaciones ilegales en los territorios más alejados del país.

“En la práctica han venido consolidando gobernanza en varios territorios del Caribe en los cuales han venido asumiendo funciones de Estado como el servicio policial, la administración de justicia y el recaudo del tributo”, contó.

Cabe recordar que Danilo Rueda, alto comisionado para la Paz, aseguró que las AGC construyen puestos de salud en los Montes de María y llevan a cabo diferentes obras en los territorios.

En total, los integrantes otros grupos ilegales como el Eln podrían ser entre 4.600 y 5.000 hombres, tras duplicarse en el Gobierno de Iván Duque; mientras que el Estado Mayor Central estaría conformado por cerca de 2.800 integrantes. Por último, la Segunda Marquetalia tiene cerca de 1.800 hombres.

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