Nydia Quintero, ex primera dama de Colombia y fundadora de Solidaridad por Colombia, falleció este 30 de junio en Bogotá a los 93 años. Sus últimos días los pasó en la Fundación Santa Fe, el mismo centro médico donde se recupera su nieto, el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, víctima de un atentado el pasado 7 de junio.
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A pesar de su delicado estado de salud y de que casi no hablaba ni veía, la ex primera dama sorprendió a su familia con una frase que hoy les resulta imposible de ignorar: “Por favor, hay que ponerle un pañuelo blanco en la cabeza a Miguel”, dijo horas antes del ataque. Para quienes la conocían, no se trató de una simple expresión. A lo largo de su vida, Nydia Quintero conoció de cerca los estragos de la violencia en las familias colombianas.
Por favor, hay que ponerle un pañuelo blanco en la cabeza a Miguel.Nydia Quintero
Nacida en Neiva, Huila, su vida estuvo marcada tanto por los escenarios de poder como por el dolor personal. A los 17 años se casó con el entonces joven político Julio César Turbay, su tío, quien años después se convertiría en presidente de la República.
Durante su paso por la Casa de Nariño, Nydia lideró iniciativas sociales y creó la tradicional Caminata por la Solidaridad, evento que cada año reúne a miles de personas en las calles de Bogotá para pedir paz y apoyar a los más vulnerables.
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La mayor tragedia en su vida ocurrió en 1990, cuando su hija, la periodista Diana Turbay, fue secuestrada y asesinada durante un fallido operativo de rescate. Diana había sido engañada con la promesa de una entrevista exclusiva con un líder del Eln, pero en realidad cayó en una trampa tendida por emisarios de Pablo Escobar.
Pese al dolor, Nydia nunca se apartó de su labor social. “Sufrí con un dolor inmenso, tristeza inmensa… pero nunca con rabia”, confesó en la última entrevista que concedió a la televisión, en 2017, al programa ‘Los Informantes’. A sus 84 años, todavía evocaba con claridad los episodios que marcaron su vida y reafirmaba su convicción en la búsqueda de la paz.
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Su matrimonio con Julio César Turbay también estuvo en el centro de la atención pública. La relación se rompió mientras él ejercía la Presidencia, en uno de los divorcios más recordados del país. La separación se formalizó mediante anulación eclesiástica, dado el parentesco entre ambos, aunque Nydia Quintero continuó cumpliendo su rol de primera dama hasta el final del mandato.
Hoy, su nieto Miguel Uribe sigue hospitalizado, mientras la familia enfrenta nuevamente las consecuencias de la violencia. Y permanece en la memoria aquella frase que su abuela, como si intuyera lo que se avecinaba, pronunció poco antes del atentado: “Por favor, hay que ponerle un pañuelo blanco en la cabeza a Miguel”.
