La aplicación de medidas tardías por parte de las administraciones locales, pero también del Gobierno nacional ha sido el detonante de la crítica situación que atraviesa Cartagena por la pandemia del coronavirus. A lo anterior se suman otros factores como la indisciplina social y la extrema pobreza que obliga a que la ciudadanía salga a la calle a ganarse unos pocos ingresos con el 'día a día'.
Esta es la conclusión a que llegaron la presidenta del Consejo Gremial de Bolívar, Érika Martínez; el vocero de los trabajadores de la salud Alejandro Páez Ayubi; y el vicepresidente de la Federación de Trabajadores Democráticos de Bolívar, Erick Urueta, en torno al manejo que se le ha dado a la emergencia en la ciudad.
En entrevista para EL HERALDO, los tres dirigentes coincidieron en la urgencia de que el alcalde William Dau Chamat designe un gerente y un equipo exclusivo para la COVID-19 .
Para la presidenta de los gremios económicos, el hecho de que las autoridades no hayan adoptado las medidas desde hace dos meses cuando empezó el aislamiento, agrava la situación sanitaria y pone en riesgo la reactivación económica.
'Si la situación no mejora, podrían adoptarse nuevas medidas que frenarían la apertura de los sectores que necesitamos que entren a operar para evitar un estallido social grave por la falta de ingresos de los trabajadores formales e independientes', anotó.
Sobre el tema del gerente para el coronavirus, como además lo planteó el presidente nacional de la ANDI y exalcalde encargado, Bruce Mac Master, la vocera de los gremios económicos asegura que es una necesidad urgente dada la debilidad institucional histórica que ha tenido Cartagena.
'Ya de por sí hay otros asuntos que requieren ser atendidos, pero si se da una situación extraordinaria como la actual se requieren medidas administrativas diferentes. El mismo alcalde Dau debe apoyarse de una gerencia para la COVID-19 porque implica una problemática social fuerte', añadió.
Martínez también sostuvo que las relaciones con el alcalde Dau siempre han sido cordiales y que el esfuerzo que han hecho las empresas locales ha sido enorme, sobre todo en la actual crisis con la reciente Donatón.
'Se perdió tiempo'. Para el médico Alejandro Páez Ayubi, quien ha sido gerente de varios hospitales públicos y privados de mediana y alta complejidad, el tiempo de la cuarentena se dilapidó y no se pusieron en marcha medidas acorde con la emergencia.
'Mientras la gente estaba acuartelada para aplanar la curva, los esfuerzos de la red pública y de la privada se hubieran dirigido a invertir en infraestructura, dotación y nuevas camas de UCI, pero eso no se hizo. Tenemos más contagios que hace dos meses y no se aprovechó el tiempo para reestructurar la red'.
Aquí –añade– no han pasado del discurso y de la retórica porque no hay un hospital acondicionado para pacientes COVID-19 como sí lo hicieron ciudades como Barranquilla y Medellín.
Dijo por ejemplo que el Hospital Universitario de Cartagena tiene apenas disponibilidad para 14 camas UCI, que están todas llenas. 'Es el hospital de referencia, pero no están dadas las condiciones'. También citó la propuesta que busca acondicionar dos pisos de esta misma institución para más camas UCI, 'pero a la fecha nada se ha hecho. Apenas el viernes cuando vino el ministro de Salud reactivaron la propuesta, es un tiempo perdido'.
También informó que los hospitales de tercer nivel están saturados de pacientes.
'Si el sector salud estaba mal en condiciones regulares, todas esas falencias se maximizaron en la actual coyuntura', añadió.
El especialista, vinculado a la ESE Cartagena de Indias, criticó la indisciplina social de muchos cartageneros que siguen en la calle, muchos de ellos ingirieron licor, como ocurrió el Día de la Madre, y al día siguiente no tienen para alimentarse.
Erick Urueta, vicepresidente de la Federación de Trabajadores Democráticos de Bolívar, consideró que las centrales obreras ya habían advertido lo que podría ocurrir en Cartagena por la pandemia.
'Advertimos que el problema era de infraestructura hospitalaria, de ayuda humanitaria y de falta de elementos de protección personal para trabajadores de sector salud'.
Recordó que a pesar de que el primer caso se confirmó el 6 de marzo pasado, dos días antes el taxista Arnold de Jesús Ricardo Iregui había movilizado a turistas italianos al Festival de Cine. 'La gran crítica en la ciudad es que las medidas no se ejecutaron cuando debían hacerse. El director saliente del Dadis señaló al alcalde porque no lo escuchaba, porque no cerraba el Mercado de Bazurto'.
'Las medidas fueron tardías, pero decir que la culpa es 100% de las autoridades no es correcto. Es la gente que salía en masa a la calle, de las autoridades que ejecutaron las medidas muy tardías, pero también hay una enorme responsabilidad del Gobierno nacional que puso los ojos sobre Cartagena cuando tiene una cantidad de muertos y contagiados'.
Para el veedor y sindicalista, el Distrito está 'enredado' para el manejo del coronavirus. 'El alcalde debe abrirse y permitir que se le dé la ayuda necesaria. Miren el modelo de China y Rusia que montaron barricadas en los barrios, pero enviaban la ayuda humanitaria'.