
Grupo ilegal trasnacional estaría detrás de la muerte del fiscal Pecci
El director de la Policía, general Jorge Luis Vargas, aseguró que el asesinato tendría relación con las investigaciones que llevaba a cabo el paraguayo. Fiscalía ha recolectado más de 100 pruebas.
El director de la Policía, general Jorge Luis Vargas, en compañía de la vicefiscal general de la Nación, Martha Janeth Mancera, ofreció en Cartagena una rueda de prensa para entregar detalles sobre los avances investigativos en el caso del fiscal especializado contra el crimen organizado de Paraguay Marcelo Pecci, asesinado en la isla de Barú el pasado martes.
El alto oficial, que estuvo acompañado de representantes del Ministerio Público y la Policía de Paraguay, señaló que la principal teoría que se maneja es que el crimen se ejecutó a raíz de las investigaciones que llevaba a cabo el fiscal antifamafia guaraní.
“La gran hipótesis que tenemos es que, debido a su función, a sus casos, a lo realizado en sus grandes operaciones, se produjo este magnicidio, porque eso es lo que es”, dijo el general Vargas.
Por su parte, Martha Mancera, vicefiscal general de Colombia, aseguró que las investigaciones han avanzado favorablemente y deslizó que el crimen pudo ser ordenado desde otro país.
“Las investigaciones han arrojado más de 100 elementos materiales probatorios que van a tener un efecto contra los responsables del crimen. Aquí no es tanto quién disparó, sino quién está detrás del que disparó, cuál fue la organización”, dijo Mancera.
“Hablamos de un sistema de crimen transnacional. No quiero hacer una comparación peyorativa, pero es una alta planificación en donde probablemente hay una gran inversión de recursos para llegar a ese magnicidio”, agregó el general Vargas.
Por último, las autoridades colombianas indicaron que el cuerpo de Marcelo Pecci permanecerá en Medicina Legal hasta que culminen las labores forenses.
“Una vez que terminemos será entregado a su esposa. El cuerpo va a estar todavía en Medicina Legal hasta tanto no culminemos las actividades forenses”, explicó Martha Mancera, vicefiscal general de Colombia.
“No podemos dar una hora o una fecha concreta en la que vamos a entregar el cuerpo”, agregó.
Asimismo, la Policía informó que trabaja en labores de búsqueda “intensas” que incluyen control en carreteras, aeropuertos y pasos fronterizos, a la vez que se ha compartido información con Interpol y Europol para que se sumen a la búsqueda de sospechosos.
Con la colaboración de Migración Colombia también se llevan a cabo labores de identificación y verificación de las identidades y actividades de los ciudadanos extranjeros que estaban en el hotel donde fue perpetrado el asesinato.
“Estas horas son extremadamente importantes, vitales, para poder ubicar a las personas que están siendo requeridas para investigación”, insistió el general Vargas.

Pecci participaba por el Ministerio Público en las investigaciones por un tiroteo ocurrido en su país durante el festival Ja’umina, en enero pasado, cuando tocaba el grupo colombiano Binomio de Oro, y en el que murieron dos personas, entre ellas la modelo e influencer Cristina ‘Vita’ Aranda, esposa del futbolista Iván Torres.
Algunas hipótesis de esos hechos, que dejaron cuatro heridos, apuntan también a un ataque sicarial por un posible ajuste de cuentas del narcotráfico.
De igual forma, hizo parte del equipo de la Fiscalía que intervino en 2020 en el proceso contra el exfutbolista brasileño Ronaldinho Gaúcho y su hermano Roberto de Assis Moreira por la adulteración de documentos paraguayos al entrar en el país con pasaportes falsos.
También estaba a cargo de las pesquisas por el asesinato de cuatro personas, entre ellas la hija del gobernador del departamento paraguayo de Amambay, Roland Acevedo, ocurrido en octubre del año pasado, y que algunos apuntan que pretendía acabar con la vida del político opositor.

El director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas, entregó detalles sobre las características de uno de los presuntos autores materiales del crimen del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, perpetrado a bala este martes en la isla de Barú. El alto oficial aseguró que además de la fotografía y el retrato hablado con los que es buscado uno de los presuntos homicidas del funcionario, cuentan información relacionada con su estatura y acento. “Sí tenemos más datos. Es una persona más o menos de 1,74 (metros de estatura), tez trigueña y acento del Caribe que puede ser asociado al Caribe colombiano o con otro país”, dijo Vargas en rueda de prensa realizada desde Cartagena. El uniformado aclaró que aún no han podido establecer la nacionalidad del sospechoso porque “para saber si una persona es de un país tenemos que tener identificación plena. Entre las fronteras se habla muy parecido, pero sí corresponde al Caribe”. El martes la Policía de Cartagena emitió un volante con una foto del sospechoso y horas más tarde la Policía Nacional publicó el retrato hablado del sujeto.
Asimismo, con el pasar de las horas se siguen conociendo nuevos detalles del crimen. Las cámaras de seguridad de un establecimiento cercano al hotel Decameron, donde estaba hospedado Pecci junto a su esposa, la periodista Claudia Aguilera, captaron la llegada de dos hombres, uno con sombrero y vestido de negro, a un establecimiento para alquilar una moto acuática.
En la pieza audiovisual se logra observar cómo los hombres recibieron las llaves del vehículo náutico y luego salen del local comercial en compañía de un supuesto trabajador de la empresa que presta el servicio de alquiler de estas embarcaciones. En estas imágenes se apoyó la Policía Nacional para realizar el retrato hablado de uno de los autores del asesinato.
Tras haber cometido el asesinato, los sicarios entregaron la moto acuática, se cambiaron de ropa y huyeron, según informaron testigos de los hechos.
“Ellos pagaron $200 mil pesos por la moto. Nosotros estamos asustados, no tenemos nada que ver con esto”, aseguró un testigo de los hechos, quien aseguró que el alquiler de la embarcación fue por media hora, pero solo fue utilizada por cerca de 15 minutos.

Las autoridades de Paraguay no descartaron este miércoles que el fiscal antimafia Marcelo Pecci, asesinado en Colombia mientras disfrutaba de su luna de miel, hubiera sido seguido hasta el país desde territorio paraguayo. “Pensamos que el seguimiento pudo iniciarse acá”, dijo a medios locales el comandante de la Policía Nacional del Paraguay, Gilberto Fleitas. Pecci fue atacado a tiros por desconocidos en Barú, isla que está a unos 40 minutos en lancha desde la turística Cartagena de Indias.
El funcionario se encontraba junto a su esposa, la periodista paraguaya Claudia Aguilera, con la que había contraído matrimonio el pasado 30 de abril en Asunción.
Según Fleitas, se presume como parte de las hipótesis que barajan los investigadores que el ataque esté vinculado con la labor del asesinado funcionario.
El jefe policial aseguró que entre los procesos a cargo de Pecci hay algunos “con condenas importantes”, que incluían a extranjeros en el país. Igualmente, confirmó que un equipo de fiscales y policías paraguayos ya arribó a Colombia, y que en esta jornada se espera que una comitiva colombiana llegue al país. Fleitas se declaró “optimista” de que la Policía de Colombia dará con los autores materiales y señaló que la institución a su cargo está dispuesta a colaborar con la información que requieran. La fiscal general de Paraguay, Sandra Quiñónez, había afirmado en una entrevista el martes por la noche con el canal SNT que no desechan la posibilidad de que el crimen haya sido ordenado desde el país. “Nada se puede descartar dentro de una investigación, que el seguimiento haya sido desde acá”, admitió Quiñónez, quien advirtió que el trabajo de Pecci “traspasaba” las fronteras paraguayas. “Pudieron seguirlo desde acá. Se pudo haber hecho el trabajo de inteligencia desde acá y allá consumaron el hecho”, agregó.

Marcelo Pecci y Claudia Aguilera se casaron el 30 de abril en Asunción, Paraguay. Posteriormente, habrían arribado a Cartagena el cinco de mayo. La pareja visitó el barrio Getsemaní, el Centro Histórico y las murallas. Luego se habrían trasladado el 6 de mayo a Barú, donde gozaban de un feliz matrimonio hasta el trágico 10 de mayo.