Decenas de fieles del Cristo de la Expiración asistieron a la procesión que todos los años se realiza en la ciudad antigua. Sale del templo de Santo Domingo y recorre varias calles y plazas.
La imagen del Cristo es llevada en hombros de sus devotos, en medio de cánticos y oraciones. Hombres, mujeres, jóvenes y niños le muestran su fervor cristiano.
La tradicional procesión estuvo encabezada por las bandas de paz de colegios de la ciudad.
La imagen regresa al templo, tras el recorrido que finaliza al final de la tarde. El Cristo de la Expiración tiene su leyenda. Se dice que fue tallado en un árbol que trajo a la orilla el mar por un artista que luego de que hizo la obra despareció. Por eso se cree que fue un ángel que lo talló.
También se dice que en 1754, los fieles, luego de rezarle una novena a este Cristo, notaron cómo se detuvo una epidemia de viruela en la ciudad. Por eso siempre ha tenido una gran devoción entre los cartageneros.