La bicicleta y los regalos que el Niño Dios le trajo la pasada Navidad al pequeño Juan Andrés Monterrosa Ochoa, de dos años, quedaron tirados en el piso de su habitación.
La muerte sorprendió, en el corregimiento de Pascaballos, al pequeño, el pasado lunes a las 5:30 de la tarde, luego de que un portón de casi dos toneladas le cayera encima, cuando jugaba y se divertía con sus hermanos y varios amigos.
Los familiares del niño invadidos por el dolor señalaron que el hermano mayor de Juan Andrés llegó gritando y explicando lo que habia pasado.
De inmediato, todos salieron en grupo a ver lo que ocurría y un mototaxista que pasaba por el sector, colaboró también para levantar la pesada estrucutura y poder sacar al niño para que lo trasladaran al Hospital Local de Pasacaballos a donde llegó sin signos vitales. 'Lo último que recuerdo fue cuando vimos al niño debajo de la puerta suspirando y tratando como de decir algo. Eso hizo pensar a quienes estábamos en ese momento que el niño aún estaba con vida y podíamos llevarlo al centro asistencial', precisó Sandra Milena Londoño, familiar del niño.
La puerta no estaba asegurada
Desde la casa donde viven los padres de Juan Andrés se observa la edificación de la firma de ingenieros que se levanta para guardar maquinaria pesada en aquel sitio. Llenos de dolor caminan hasta el sitio y señalan que la pesada puerta no estaba asegurada al momento del incidente. Aseguran que en el momento en que jugaban los niños, una fuerte brisa sopló y, al parecer, el vigilante de la bodega intentó cerrar la puerta y el peso le ganó. 'Lo que si podemos decir es que esa puerta no estaba asegurada y con cualquier cosa se podía venir al piso. El peligro era latente', dijo Sandra Milena.
EL HERALDO intentó conocer la respuesta por parte de los representantes de la firma de ingenieros sin que esto pudiera ser posible.