Estas son las razones que llevaron a Transmetro a su parálisis
Operadores sostienen que el déficit supera los $ 22 mil millones. Usuarios expresaron su molestia debido a la situación.
Humo negro. Ese fue el resultado de la extensa reunión que este martes se cumplió para analizar la aguda crisis financiera que atraviesa el Sistema de Transporte Masivo de Barranquilla y su área metropolitana, en búsqueda de una solución que permita la reactivación del servicio.
A pesar del compromiso de la Gerencia de Transmetro de agilizar los trámites ante el Ministerio de Transporte para el desembolso de recursos, los operadores aseguraron que esperarán los resultados de dicha gestión y tomar una decisión con relación a la reanudación de las operaciones.
En un comunicado de prensa emitido de forma conjunta, Sistur y Metrocaribe explicaron que el acuerdo contempla la destinación de $ 3.853 millones, de los cuales 2.850 millones serían utilizados para la operación. Esos recursos, según las dos empresas, alcanzarían para máximo 15 días de movilización de pasajeros.
“Si tenemos en nuestras manos la autorización de los recursos y el otrosí que soporta el desembolso con el ente gestor será mucho más fácil gestionar con los proveedores y dependiendo de ellos podremos reactivar la operación”, explicaron los operadores en el documento.
Indicaron, además, que de acuerdo con dicho compromiso buscarán acuerdos con “empleados y proveedores, por lo que esperamos que antes de finalizar la próxima semana se haya cumplido con el pago de los recursos”.
Motivos de la parálisis
Un fantasma que ronda desde sus inicios. Una especie de crónica anunciada que no ha sido atendida por las autoridades, a pesar de los reiterativos anuncios hechos por las empresas concesionarias.
José Emiro Picón, gerente de Sistur –uno de los operadores de Transmetro–, sostuvo que el Sistema de Transporte Masivo fue estructurado pensando en su autosostenibilidad; sin embargo, con el tiempo se determinó que era necesario contar con otras fuentes para cubrir los costos de operación.
“Antes de pandemia había una inviabilidad financiera tremenda y se venían estableciendo las condiciones para la renegociación de los contratos con unas nuevas fórmulas de pago para que los concesionarios pudieran cumplir sus compromisos con los bancos y poder cubrir la operación”, sostuvo Picón en diálogo con EL HERALDO.
La pandemia significó un retroceso complejo en esta situación ante la reducción en los usuarios movilizados. Actualmente se está movilizando una tercera parte del número que se lograba antes de marzo de 2020. Es decir, diariamente son 50 mil los usuarios que utilizan el servicio, cuando antes eran 150 mil.
Según Picón, en el pasado, los pasajeros cubrían el 80 % de los ingresos. Ahora, los pasajeros constituyen solo el 45 %. Cabe recordar que el pago a los concesionarios se hace de acuerdo con los kilómetros recorridos.
“Hay un vacío en los ingresos porque hay una capacidad instalada y ahora la operación de la flota es mayor”, expuso.
El gerente de Sistur fue enfático al sostener que la situación ha sido puesta en conocimiento de las autoridades en reiteradas oportunidades: “Venimos avisando que estamos sin recursos y que se podía presentar una parálisis por el no pago de insumos básicos para la operación”.
Explicó que la tarifa técnica (lo que le cuesta al sistema movilizar a un usuario) actualmente se encuentra en $ 5.386, mientras que la tarifa al usuario está en $ 2.500.
“Es un servicio público y si las autoridades no cubren la diferencia le tocaría al usuario y se afectaría su economía”, dijo.
De acuerdo con Picón, el Sistema recibió más de $ 36 mil millones durante la pandemia, recursos que permitieron cubrir la operación por cerca de cinco meses.
Según sus cálculos, se necesitan cerca de $ 6.200 millones mensuales para que se cubran los gastos de operación, sin tener en cuenta el déficit por cerca de $ 22 mil millones que aún persiste.
Picón indicó que el sistema carece de una “gestión administrativa y financiera” que garantice su sostenibilidad. Por esa razón propuso que las autoridades locales y nacionales confluyan para encontrar fuentes que permitan cubrir su financiación.
Por su parte, Santander Castillo, gerente de Recaudos SIT, sostuvo que la crisis por la cual atraviesa el Sistema de Transporte Masivo es de vieja data, a pesar de las medidas temporales que se han tomado para que se mantenga la operación.
“Este es un tema que históricamente ha venido sucediendo. Es una crisis que está más que diagnosticada, ha habido algunas soluciones parciales que se han aplicado, pero no han sido suficientes para lograr el equilibrio en la ecuación contractual”, expuso.
Agregó que de la tarifa de cada usuario, el 7% se traslada al ente gestor. El restante es dividido entre los tres operadores: Sistur y Metrocaribe, encargados de la operación, reciben un porcentaje mayor.
“El cálculo de los costos para los concesionarios de operación se hace por kilómetro recorrido, mientras que a Recaudos SIT nos pagan un precio por pasajeros; el porcentaje que recibimos es cercano al 4 %”, sostuvo Castillo.
Nueva Mesa técnica
Tras conocerse la suspensión del servicio, los congresistas del Atlántico aseguraron que era una situación anunciada con antelación durante las mesas técnicas desarrolladas con el Gobierno nacional para analizar los impactos de la pandemia en la región.
El senador Efraín Cepeda sostuvo que “este es un duro golpe para el empleo de Barranquilla y un duro golpe para la movilidad, así como en la lucha contra el contagio por covid-19”.
Cepeda conminó al Gobierno nacional a que haga una “intervención rápida” para evitar mayores afectaciones a la comunidad, a través de la inyección de recursos.
Karina Rojano, representante a la Cámara por el Atlántico, hizo un “urgente” llamado a las autoridades distritales y los operadores de Transmetro para que se logre una solución que garantice la operación del Sistema de Transporte Masivo.
“No es posible que se sigan presentando interrupciones en el servicio, lo que genera caos y perjudica altamente a los usuarios, especialmente a los sectores más vulnerables de Barranquilla y su área metropolitana”, expuso la congresista.
También solicitó que se entregue un informe detallado a la ciudadanía para explicar la situación actual y las posibles soluciones: “Se debe garantizar la movilidad a los usuarios, además del bienestar y sostenimiento de más de 2.000 familias entre empleos directos e indirectos ligados a la operación, empleados y proveedores”.
El representante Modesto Aguilera Vides indicó que “suspender el transporte en Barranquilla es muy grave porque es un servicio público esencial”. Por esa razón “invito al gobierno local, nacional y a los transportadores para que busquemos salidas encaminadas a que se restablezca el servicio a la ciudadanía”.
A su turno, el senador Mauricio Gómez Amín indicó que tras una reunión con la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, se hizo una solicitud para el cumplimiento de una mesa técnica con el fin de buscar los recursos necesarios y “así apoyar a Transmetro”.
Yomaira Orozco no pudo ocultar la preocupación. Aunque utiliza un tapabocas, de acuerdo con las normas de bioseguridad que se encuentran vigentes, en el rostro se reflejaba su inconformidad. La suspensión del servicio de Transmetro la tomó por sorpresa.
Unas horas antes, en la tarde del lunes festivo, la mujer hizo una recarga por $ 35 mil pesos para así “asegurar” los pasajes de esta semana.
“Ahora no tengo cómo transportarme. Estoy sorprendida. Me tocará prestar dinero para poder pagar los buses y llegar hasta mi trabajo”, dijo la mujer mientras abandonaba la estación Pedro Ramayá, ubicada en Soledad.
En la estación Buenos Aires –que se encuentra sobre la calle Murillo entre carreras 7 y 7C–, Andrés Ramírez también se encontraba asombrado por la imposibilidad de utilizar el servicio de transporte masivo.
“La verdad es que esta situación lo coge a uno desprevenido. No tengo plata y no sé cómo irme al trabajo. Ya avisé y dije que llegaría tarde”, aseguró Ramírez al tiempo que revisaba la cartera para contar el dinero que tenía disponible.
Cindy Vásquez, otra de las usuarias afectadas, indicó que a diario viven una incertidumbre por la prestación del servicio.
“Para uno es muy difícil, deberían informarnos si habrá o no servicio, para poder organizarse. Ahora me toca coger un taxi y gastar más dinero”, dijo.
Yomaira, Andrés y Cindy son tres de los miles de usuarios que este martes se enfrentaron a los apuros para lograr transportarse debido a la decisión de los operadores de suspender el servicio ante la crisis financiera por la que atraviesan y que se ha agudizado por la pandemia.
En varias oportunidades, la crisis que vive Transmetro ha sido motivo de análisis en el seno del Concejo de Barranquilla. La más reciente suspensión ha llevado a los integrantes del cabildo distrital a abrir un nuevo espacio para escuchar a los operadores del Sistema de Transporte Masivo, así como al ente gestor y el Área Metropolitana, para conocer detalles de su actualidad financiera.
Así lo indicó Samir Radi, presidente del Concejo, quien agregó que es necesario conocer nuevas propuestas para la financiación de la operación más allá de la cofinanciación por parte del Distrito.
El concejal de Cambio Radical también agregó que la suspensión de forma abrupta del servicio de Transmetro es algo “muy penoso” debido a las afectaciones que genera entre decenas de ciudadanos.
“La vía de hecho no nos lleva a soluciones sostenibles en el tiempo. Es preocupante la afectación en la movilidad de miles de barranquilleros”, explicó Radi.
Por su parte, el concejal Richard Fernández expuso que el gerente de Transmetro fue citado a una sesión y no entregó información clara sobre la situación financiera del sistema.
“Alertamos en su momento que Transmetro estaba arrastrando un déficit financiero y lo que vivimos hoy es producto de eso”, puso de presente.
El vicepresidente del Concejo agregó que “es momento de trabajar juntos para sacar adelante este proceso y que la ciudad siga contando con este servicio tan importante”.
Por su parte, Andrés Rengifo aseguró que es necesario conocer un informe detallado de la manera en que se han invertido los $ 40 mil millones que el Distrito ha girado desde el año pasado a Transmetro.
“Es un desastre e irresponsabilidad que se suspenda el servicio sin previo aviso, provocando caos y afectando a los usuarios, quienes terminan siendo los más afectados”, anotó el concejal del Partido Verde.
Para Rengifo, este tipo de afectaciones en la operación “habla muy mal de la planificación y la gerencia”. Además, sostuvo que “hay que implementar soluciones como ampliar el sistema extendiendo las rutas hasta Puerto Colombia, Galapa y Malambo” para contar con más pasajeros.
Mientras que Heidy Barrera mostró su rechazo a que los operadores estén utilizando las vías de hecho como mecanismo de presión.
“Alzo mi voz de protesta frente a la canallada que los operadores de Transmetro cometieron a la ciudad. Este tipo de actitudes no van acorde con la finalidad del sistema, que es garantizar la movilidad de los ciudadanos”, dijo la concejal del Partido de La U.
Barrera dijo que “los afectados de manera directa son los ciudadanos; existe una relación contractual y deben garantizar la operación del sistema. No podemos seguir aguantando este tipo de atropellos a la ciudadanía”.