Historias que se trenzan en torno a una donación de cabello

Tras una campaña de recolección de cabello natural, siete mujeres con cáncer recibieron pelucas. La jornada continuará para beneficiar a más ‘luchadoras’.

Clarita Delgado está sentada a escasos metros de Denisse Maite Medina. Con atención la donante observa cómo las manos del peluquero José Amarís  manipulan lo que por un tiempo fue su rubio cabello. Convertido en peluca, ahora el experto está a punto de ponerlo en la cabeza de Denisse.

Las mujeres no se conocían, pero tras un arduo proceso de recopilación de cabello y creación de pelucas por parte de la Fundación Bonnasalud para mujeres que luchan contra el cáncer, se encuentran por primera vez. Al recibir su ‘regalo’, Denisse es presentada a Clara. Sin decir palabras se unen en un abrazo, acompañado por una gran sonrisa que inunda la fundación.

Delgado, de 31 años, fue la donante de 48 centímetros cabello para la peluca de Medina. “Esto es emocionante, siento que me la están poniendo a mí. Es gratificante porque se transforma todo en ella a positivo, es muy lindo poderlo vivir. Yo lo volvería a hacer”, señala emocionada.

Este martes, tras un anuncio sorpresivo por parte de Bonnasalud, Denisse, de 24 años, recibió una peluca que va acorde a su piel blanca. Para entregarle el obsequio a ella, y a otras seis mujeres, la fundación creó la campaña Trenzando Historias. La actividad se inició en febrero promoviendo la donación gratuita de cabello superior a 15 centímetros.

“En esta primera fase colaboraron entre 25 y 30 personas. Hoy estamos entregando 7 pelucas que donaron cerca de 15 personas. La campaña continúa, está abierta a todo el que quiera donar”, destaca Susana Osorio, directora de Bonnasalud.  Explica que fue ideada pensando en el autoestima de las mujeres. “Decidimos hacer más eventos enfocadas en ellas. Hemos hecho cinco talleres de maquillajes y ahí aprenden a pintarse las cejas, a pegarse pestañas”, manifiesta. A esto se suma  que, de acuerdo con Osorio, hay más de 100 pacientes esperando obtener una donación de cabello.

De médico a paciente 

En diciembre de 2015 la Universidad del Magdalena graduó a Denisse Maite Medina Tejeda, de 24 años, como médica general. Dos meses después, estando en turno en el hospital Cari de Barranquilla, tuvo que ser operada de urgencia por un “fuerte dolor”. “Termino el turno, me atienden y me meten a urgencia porque tenía irritación peritoneal, creían que era apendicitis”, explica.

Sin embargo, el dolor que sentía la joven se debía a un tumor. “Se encontraron con una masa de 10 centímetros por 11”. Por eso a la barranquillera tuvieron que extraerle el ovario derecho y parte del izquierdo. “Eso lo mandaron a patología y, ¡oh sorpresa!, salió estadio 1C de cáncer de ovario”, narra.

Al conocer el diagnóstico, la médica inició la batalla contra el cáncer con apoyo de sus padres.

Dos ciclos de quimioterapia, 21 días cada periodo, náuseas, vómitos, bajos niveles de plaquetas, caída del cabello, resequedad en la piel, entre otros, han sido las consecuencias que ha vivido. “Llega un punto en el que te toca luchar mentalmente, psicológicamente”, expresa.

La fortaleza de Medina la respalda con su forma de pensar: “Hay que ponerle buena cara a todo, a tu familia, quienes te rodean. Es duro, pero no imposible. Ante todo, primero la vida, el resto es pendejada”, expresa. Otra vez sonríe, pues pese al difícil trance que afronta se le nota feliz.

Clarita y Denisse sonríen en la entrega.

Gemelas para todo

Casi todo lo que hay entre Dania y Nérida es igual. Las hermanas gemelas de 22 años no solo comparten el cáncer de mama, sino que ahora también las unirá el mismo cabello que recibieron en sus pelucas.

Dania, mayor por unos segundos, estudió auxiliar de enfermería; Nérida tuvo que suspender los estudios de bancas y finanzas para iniciar el tratamiento contra la enfermedad por la que falleció su mamá Mildred.

El lunes a las 9:00 a.m., mientras veían televisión, recibieron la llamada de la psicóloga de la fundación informándoles que las dos serían beneficiadas por el programa de las pelucas.

Candy Castro, una de las  donantes del cabello negro con el que hicieron las pelucas de las gemelas, no pudo contener la emoción al conocerlas y al ver que ahora, en medio de su lucha por la vida, están más unidas con el obsequio. “Me llena de satisfacción saber que haría feliz a otras personas”, exclama.

Agradecida, Dania define como “emocionante” el regalo porque les da la oportunidad de tener cabello. “Me voy a poder peinar, verme diferente a cuando salía con mi gorro y mi turbante”.

Es poco lo que puede diferenciarse entre las hermanas Rodríguez Salas, aunque el estilo del corte hace que se vean un poco distintas. “Primero fue diagnosticada mi hermana, a principio de 2015. Ella se sintió una masa en el seno derecho. La mandaron a hacer una biopsia y salió que era cáncer”, explica Dania, luego de recibir su regalo y ver cómo le hacían el blower a la ‘nueva cabellera’ de Nérida.

No pasó mucho tiempo para que a la auxiliar en enfermería le diagnosticaran la enfermedad en el mismo seno. “A mí me salió en diciembre, era una masa grande”.

Después de varias sesiones de quimioterapia a Dania le desaparecieron las masas, sin embargo el dolor regresó, lo cual llevó al médico a realizarles nuevos exámenes. “Nos hicieron prueba genética y nos dio positiva Brca 1, 2 y 3, lo que significa que el cáncer que tenemos es agresivo, siempre tendríamos que estar en tratamiento”.

Para evitarlo, las dos decidieron realizarse la mastectomía. “Mañana (hoy) me operan a las 2:00 p.m., para hacérmela. Nos quitarán las dos mamas”, explica Dania. A su hermana la operarán el 13 de septiembre.

Continuar leyendo...