El Heraldo
Muchas personas se colaron en el desfile de la Batalla de Flores, hecho que también ocasionó desorden en el recorrido. Josefina Villarreal
Barranquilla

De las falsas marimondas a los baches, las respuestas a las críticas de la Batalla de Flores

La gestora cultural Mónica Lindo, coordinadora por segundo año del evento, redactó en un texto algunas de las situaciones que llevaron a que el desfile más importante de Carnaval tuviera lunares en el recorrido.

Un desfile de críticas en redes sociales ha tenido la Batalla de Flores que se realizó este sábado, en el marco del Carnaval en Barranquilla. Gran cantidad de camiones, desorden de los danzantes, permanentes baches e invasión de gente en el recorrido carnavalero han sido los reparos generalizados, entre otros comentarios sueltos de la gente como, por ejemplo, los altos precios de los palcos o la “vigilancia de 911”.

¿Por qué si se trata del recorrido más importante de Carnaval y el que, año tras año, aglomera más cantidad de público falla en su ejecución?

Frente a este cuestionamiento y ante las críticas, Mónica Lindo, gestora cultural barranquillera y una de las coordinadoras del desfile, respondió a través de un texto titulado ‘La Culpa’ y que compartió con esta casa periodística.

En el documento, de ocho páginas de extensión y del que EL HERALDO extrae algunos detalles, Lindo señaló que por segundo año consecutivo le tocó “coordinar desde lo artístico” el primer desfile oficial del Carnaval.

“En el papel muchas cosas se plantearon y en la realidad en los momentos previos al desfile, (me refiero tres meses atrás), se repitieron las mismas dinámicas del año anterior, porque lo bueno debe repetirse,  tal cual, se hicieron las reuniones con las agrupaciones, los ensayos colectivos, las plenarias, los talleres de sensibilización frente a la importancia de lo cultural, ir a las sedes, conversar con los más jóvenes de las danzas, ir a las empresas patrocinadoras para hablarles del respeto, de la moderación, hablar con los encargados de artistas musicales. Todo ello paralelo a las acciones de la empresa Carnaval, quien reflejó  la preocupación y esmero por tener carrozas más bellas, disminuir el número de tráiler y minimizar la música extranjera y seguir trabajando por lo que les toca y es conseguir financiación para todos los eventos todo ello, era la prioridad”, expresó la gestora cultural.

Seguido, Lindo continúa diciendo: “Sin embargo en la realidad las cosas cambian, y cambian justamente porque los acuerdos no se cumplen, y cuando ya están en el sitio te das cuenta que a la agrupación con quien ensayaste para que su configuración fuera de 6 en fondo volvió al 2 en fondo; cuando la empresa que dijo llevar 30 invitados adecuadamente disfrazados se convierten en 300 borrachos mal vestidos, cuando al disfraz que le tocaba la apertura del desfile en un bloque ya programado, llega tarde y se mete en cualquier lugar entorpeciendo entonces la coreografía de las demás comparsas.  Cuando sabes que tienes una comparsa numerosísima (mitad con tu gente que trabaja todo el año contigo, y más de la mitad con cupos que se venden o cupos que te toca llevar por exigencia de quien te patrocina) todo ello empezó a ser el indicio de que las cosas ya empezaban mal”.

Para saber quien tuvo “la culpa”, como encabezó Lindo su respuesta, escribió “entiéndase bien: toooooodos , tenemos que ver”.

Los baches y los camiones pesados

Frente a esta situación, la gestora indicó que: “la cosa se puso candente, y eso gritamos cuando nos dimos cuenta que había un tremendo espacio debido a que las carrozas y tráileres empezaban a atrancarse con los cables eléctricos del sector. Uno pensaba que las carrozas era muy altas, entonces decíamos “la culpa” la tiene Carnaval S.A.  porque no previó eso; “la culpa” la tiene Electricaribe porque tiene cables bajitos; “la culpa” la tienen los carroceros porque no hicieron caso y no, resulta que durante muchos días atrás, todos esos cálculos se habían hecho, las medidas se habían tomado, y todo estaba dentro de lo reglamentario, la respuesta o más bien “la culpa”, se deduce a partir de que muchos vecinos del sector en la noche anterior, al momento de sujetar los poli sombras que cubrían las sillas del público, se agarraban de esos cables generando que fueran cediendo poco a poco, hasta que llegaron a una altura que no permitía el paso de las carrozas  y de algunos tráiler, lo cual genero grandes baches y por ende cuando la carroza al fin lograba avanzar lo hacía a toda prisa, dejando  a los grupos de atrás incomodos porque aunque quisieran alcanzarla no podrían, ¿cómo competir con el paso de un vehículo dispuesto a alcanzas al que le antecedía? Difícil, y es allí la causa del montón de agrupaciones corriendo y exhaustas en medio del gran sol del mediodía”. “Fueron más de cinco carrozas en esa situación, siendo un carro musical tipo carroza, (no anunciado ni registrado en reuniones), el que puso la cereza en el pudin carnavalero, al enredarse por completo no tanto por lo alto, sino por lo ancho de su estructura similar a la de unos brazos abiertos, era un carro musical de una comparsa,  allí se empezó a armar otra hecatombe, entonces la calzada por donde debían transitar las comparsas siguientes (bloque de comparsas de fantasía y disfraces de gran formato), se vio completamente obstaculizado, obligando a habilitar la otra calzada en la que yacía publico observando el desfile”.

Las falsas marimondas

Lindo reveló en el texto que encontró un grupo de falsas marimondas que irrespetaron el sentido del desfile. Sobre el particular dijo que: “La decepción es grande cuando veo a una comparsa de marimondas en un desorden tenaz, y me detengo a ver quién es el director, y no lo encuentro, pero cuando detallo lo que hay debajo de esas máscaras, empiezo a deducir que no se trata de ningún currambero respetuoso del folclor y las tradiciones, ni siquiera de un colombiano respetuoso de la cultura, sino de personas que más bien debían estar sentadas en los palcos apreciando aquello que con gran esfuerzo trabajamos los barranquilleros durante todo un año para que pueda ser bien apreciado…. Me dije, estos tipos se tiraron el desfile!!  La preocupación de los baches, de las carrozas y sus enredos con los cables pasaron a un segundo plano, cuando vemos a este montón de “aparecidos” que luego de indagar, son el producto de la venta de cupos que una discoteca de la ciudad hizo, para que los turistas pudieran disfrutar del desfile. Entonces la “culpa” es de este empresario o empresaria de la discoteca que de manera irresponsable llevo una montonera de gente, se lucró el bolsillo sin pensar en el gran perjuicio que nos causó… ¿de dónde salieron tantos?..ufff”.

Invasión de la gente

Frente al paso permanente de personas en el desfile e incluso la invasión que hubo a la altura de la calle 79B con Vía 40, hecho que registró este medio durante el desfile, Lindo señaló que “es cierto que el parte oficial es que hubo cero muertos y cero riñas, pero el parte, desde la otra mirada, del que desfila, es miles de desórdenes, miles de invasiones en la vía, miles de agresiones espaciales contra los que desfilaban. No hubo filtros, por la vía 40 transito todo el que quiso, con disfraz, sin disfraz, con grupos, sin grupos, se echó a perder toda la logística. ¿Quién tuvo la “culpa”? dicen: es que fue el bache, el bache dice: fue la carroza atrancada, la carroza atrancada dice: fueron los vecinos, los vecinos dicen: es que es nuestro modo de subsistencia, y el modo de subsistencia dice: o es el carnaval o es el negocio… y así, una cadena interminable de causas y consecuencias que no tienen final”. “Para muchas agrupaciones esta no fue la mejor batalla de flores de sus vidas, algunos tuvieron daños en sus equipos amplificadores, otros fueron víctimas de sus propios inventos al incorporar o vender cupos a miles de personas en sus grupos que no les hicieron caso. A otros les toco correr a causa de que la carroza que iba adelante salió desmandada después de un bache y solo corrieron y corrieron”.

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