Caminar por estos días por el muelle de Puerto Colombia no es posible debido al fuerte oleaje que azota al balneario. La alcaldía municipal restringió desde ayer el acceso a la estructura con una valla ubicada en su malograda entrada.
Varias rocas y un pedazo de palo de coco, colocados por la comunidad, hacen de refuerzo en ese punto de la estructura para seguir aguantando el embate de las olas. Los locales y turistas que se acercan al lugar solo alcanzan a observar unos minutos el deslucido escenario, antes de ser mojados por las fuertes olas que pegan contra el muelle.
'Aquí han dicho que van a arreglarlo. Eso es cuento viejo, pero pasa el tiempo y sigue lo mismo hasta que se caiga será', afirmó José Blanco, porteño que observó por varios minutos de la mañana al viejo terminal.