Desde el 27 de marzo pasado, cuando se confirmó el primer caso de COVID-19 en el Atlántico, el avance de la enfermedad en el departamento ha tenido una variación que en mayor medida ha sido evidente en el mes de mayo con el aumento en el número de pacientes confirmados.
La Secretaría de Salud del Atlántico realizó un análisis de las cifras reportadas hasta el sábado 16 de mayo, en el que revisó las condiciones de salud de los pacientes y los sitios donde están cumpliendo la cuarentena. De acuerdo con los resultados de la revisión de caso por caso, la entidad encontró que el 88% de los pacientes confirmados se encuentran aislados en sus casas o en zonas habilitadas para ello.
Según la Secretaría, esto es un indicador claro de que los pacientes presentan síntomas leves o están asintomáticos, lo que evidencia que se está haciendo una identificación temprana de los casos.
También destaca un bajo riesgo de complicaciones, pues solo un 3% de los enfermos está en hospitalización general y un 1%, en unidad de cuidados intensivos.
'Esto lo que muestra es un bajo nivel de casos con complicaciones hasta el momento, lo cual nos ha permitido brindar una atención hospitalaria oportuna a los pacientes', explicó la secretaria de Salud, Alma Solano.
Otra cifra que resalta el análisis es que el porcentaje de letalidad en el departamento es de 2,54 de las personas contagiadas, a corte del 16 de mayo, lo que significa que está por debajo del promedio general en Colombia, que es de 3,76.
Este mismo comportamiento, según los resultados del análisis de las cifras, se refleja en los 3 municipios con mayor número de casos en el departamento: Soledad, Malambo y Sabanagrande, donde más del 80% de los contagiados está guardando el aislamiento en sus casas
La secretaria Solano explica que desde el primer caso diagnosticado en el mes de marzo se había mantenido un comportamiento estable en la aparición de nuevos casos hasta la semana del 25 de abril, cuando se observó una elevación de los casos.
En ese momento, teniendo en cuenta los análisis de las tendencias que se realizan diariamente, se establece con la gobernadora Elsa Noguera la necesidad de tomar medidas restrictivas más drásticas que las que se habían adoptado hasta la última semana de abril.
Para el 1° de mayo, tras una reunión entre la gobernadora, las autoridades militares y de policía y los alcaldes de los municipios de Soledad, Malambo y Sabanagrande, se define el inicio de toque de queda 24 horas los fines de semana y la reducción del pico y cédula a los ciudadanos en estos municipios. Más adelante se ampliaría a otros días de la semana.
Para evaluar la efectividad de estas acciones, la Secretaría de Salud analizó el índice de transmisibilidad del virus, el cual muestra el 'número promedio de personas que contagia un caso positivo en el lapso de tiempo que puede transmitir la enfermedad'.
Para el 28 de abril, este índice era de 4.03; es decir, que una persona infectada estaba contagiando en promedio a 4 personas. Para el 7 de mayo el índice de transmisibilidad bajó a 1.52, lo que evidenciaría que las medidas de aislamiento tomadas disminuyeron la transmisión de la enfermedad.
Este cálculo del índice de transmisibilidad lo elabora un equipo de la Universidad del Norte, integrado por el área de matemáticas y estadística (Jairo Díaz, División de Ciencias Básicas y Bernardo Uribe, División de Ciencias Básicas) y la Sociedad Colombiana de Matemáticas.
Frente a estas cifras, la gobernadora Elsa Noguera, en su cuenta de Twitter, dijo que aunque el crecimiento parece elevado, en 10 días el índice de transmisibilidad del departamento ha bajado de 4.09 a 1.43.
'Es decir que una persona infectada que estaba contagiando a 4 personas, ahora contagia solo a una gracias a todas las medidas implementadas #TrabajandoJuntos Gobernación, alcaldías y los ciudadanos', escribió Noguera en la red social.
En el análisis, la secretaria de Salud hace énfasis en que si bien se ha tenido un aumento en el número de los casos, la identificación de los infectados ha sido gracias al número de pruebas realizadas (9.830 a 15 de mayo), lo cual ha permitido la toma de decisiones rápidas relacionadas con el aislamiento.
Igualmente ha permitido disminuir la velocidad de transmisión en la población.
'Nos falta camino por recorrer y dependerá mucho de que cada uno de nosotros asumamos un cambio cierto en la forma en que nos relacionamos con los demás. La medida de distanciamiento social es lo único que nos permitirá retomar muchas de las actividades económicas y sociales que están pendientes', manifestó.
Solano reiteró que el uso de tapabocas, el distanciamiento con las personas y el lavado de manos, entre otras medidas, se deben convertir en 'la máxima diaria' de cada ciudadano.
'Si no cumplimos con estas medidas es muy posible que en el corto plazo se requieran nuevamente extremar las medidas de aislamiento para controlar el crecimiento de los casos, todo depende de nosotros', reiteró la funcionaria.