El Ente Público Ambiental, EPA, y la Policía Ambiental, recuperaron un oso perezoso y su cría, que eran explotados por inescrupulosos y eran alquilados para que los turistas que frecuentan el Castillo de San Felipe se tomaran fotos con ellos por diez mil pesos.
Según la directora del EPA, María Angélica García Turbay, por las condiciones en las que fue encontrada, se presume que la cría tiene pocos días de nacida.
'El perezoso se reproduce una vez al año, dando a luz a una sola cría, la cual pasa abrazada de la madre. Las crías al nacer son muy débiles y dependientes', dijo García Turbay.
La cría, junto con su madre, fue llevada a un área boscosa, en donde encontrarán los alimentos para su supervivencia, como agua, tallos y hojas.
El explotador del oso fue puesto a disposición de la Fiscalía por violar el artículo 328 del código penal, sobre el aprovechamiento ilícito de los recursos naturales renovables.
Esta norma precisa que quien se apropie, introduzca, explote, transporte, mantenga, trafique, comercie, explore, aproveche o se beneficie de los especímenes, productos o partes de los recursos fáunicos, forestales, florísticos, microbiológicos, biológicos o genéticas de la biodiversidad colombiana, incurrirá en prisión de 48 a 108 meses y multa hasta de 35 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Según la Unión Internacional de Ciencia Natural, esta especie se encuentra clasificada en la categoría de vulnerable.
'Si la sacamos de su hábitat para cogerla como mascota, se corre el riesgo que a futuro pase a ser una especie en peligro crítico, o en vía de extinción', dijo García Turbay.
En 2013, el EPA devolvió a su hábitat 5 osos perezosos, que fueron incautados en el Cerro de la Popa, Centro Comercial Pierino Gallo, Cerro de San Felipe, y Centro Histórico de la ciudad, lugares donde frecuentan los exhibidores de estos animales.
El oso perezoso, es una especie propia de Centro y Sudamérica, tiene piel grisácea, y muy gruesa. La cabeza del perezoso es redonda, la nariz achatada y las orejas no visibles.