Perros, gatos y estrellas
Para ventura de quienes perseguimos el asombro, se anunció que este año las Perseidas llenarán de estrellas fugaces el cielo de agosto. Una ligera perturbación ocurrida al paso del cometa Swift-Tuttle por Júpiter desvió su estela de partículas de polvo acercándolas un poco más a la órbita de la tierra, por lo cual se verán con mayor intensidad en 2016. Una ligera perturbación de dimensiones siderales que nos muestra lo minúsculo del hombre, especialmente cuando tomamos conciencia de que somos nosotros los que, cabalgando sobre el lomo de la tierra en su viaje anual alrededor del sol, atravesamos el espacio donde flota el polvo cósmico. Se anunció también que como preludio de las Perseidas, una riada de estrellas fugaces llamadas las Deltas Acuáridas del Sur ocuparía la esfera celeste la última noche de julio. Entonces, una constelación bastante particular de cuarentonas, cincuentonas y una que otra sesentona, que en un grupo de WhatsApp nos reconocemos como Díscolas y Felices, alistamos los motetes y nos fuimos a esperarlas a orillas del Mar Caribe. Nos subimos a una terraza en la oscura madrugada y allí nos entretuvimos observando un firmamento que lucía indiferente a nuestras expectativas. Sin embargo, la inteligencia del hombre, que ha logrado descifrar esa imperturbabilidad que aparenta el universo, predijo que el acontecimiento astronómico ocurriría de madrugada. Así fue. A las dos de la mañana las Díscolas y Felices renunciamos al mutismo producido por la espera y la incredulidad, y armamos un alboroto ante el asombro de comprobar que el universo sigue moviéndose en consonancia perfecta; entretanto, acá en la tierra, los depositarios de la inteligencia parecemos empeñados en implantar un paradigma colectivo de disonancia.
Tiempo atrás pudiéramos haber dicho que vivimos como perros y gatos, pero hoy, al cabo del exagerado proceso de domesticación por el que han pasado estas especies, sabemos que los conflictos más alarmantes sin duda ocurren entre hombres. Hostilidad, rivalidad, atentados y amenazas, son características infalibles de las relaciones humanas que alcanzan su mayor perfeccionamiento en los círculos de poder, de manera que estas acciones devastadoras acaban por imponerse como modelo de conducta. Para la muestra está el patrón beligerante que imponen los políticos colombianos. Parecería que ser presidente, “Persona que ocupa el puesto más importante dentro de una colectividad”, y llamado a dar ejemplo, se traduce en volverse un camorrista vitalicio. Así que, nosotros, que en el vasto acontecer universal no somos más que moléculas que cabalgan sobre el lomo de la tierra en su viaje alrededor del sol, deberíamos considerar si ser secuaces, acérrimos defensores de la sucias discrepancias que sostienen el Presidente y los expresidentes colombianos, es una opción razonable. Yo prefiero concentrarme en las Perseidas.
berthicaramos@gmail.com
Más Columnas de Opinión
¡Afinia nos tiene locos¡
Uno de los problemas más grandes que está afectado a los habitantes de la región caribe es el alto costo de los servicios públicos domiciliarios especialmente el servicio de energía. Desde hace muchos años la costa caribe ha recibido un serv
La Salud entre líos
Aunque los profesionales de la salud, tengamos como principios fundamentales, el de proporcionar nuestros conocimientos, voluntad, deseos, y en general permanecemos con todas nuestras fuerzas, puestas al servicio de las comunidades y personas, de
¿Qué hacer con las tarifas de energía en la región Caribe?
Las altas tarifas de la energía en el Caribe son un problema social. La afirmación de que mes a mes cientos de miles de familias comen o pagan la luz no es lejana de la realidad. El recibo se puede llevar la cuarta parte de los ingresos de las f
La Bestia – El temor a amar
La última película del aclamado director Bertrand Bonello (Saint Lorent, Nocturama) incursiona en el género de ciencia ficción mientras explora las complejas relaciones de pareja a través de un romance que trasciende distintas épocas histór