La llegada de los Panthers de Carolina y los Broncos de Denver a la gran final (hoy) de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), el Super Bowl 50, significó que por tercera temporada consecutiva los mejores equipos de la competición regular lo consiguieron.
La gran diferencia para llegar a la lucha del trofeo Vince Lombardi es que mientras los Panthers lo hicieron gracias a una ofensiva demoledora, los Broncos por tener una defensa asfixiante y destructiva.
La ironía para los Panthers será que tendrán que hacer su mejor juego defensivo si quieren controlar a la figura del mariscal de campo Peyton Manning, que podrá jugar su último partido como profesional.
Además la experiencia estará también del lado de los Broncos, ocho Super Bowls, incluidos dos en los últimos cuatro años, y dos títulos de campeones, por dos apariciones en la gran final de los Panthers y sin trofeo.
Broncos aprendieron la lección cuando hace dos años ante los Seahawks de Seattle, que tenían la mejor defensa, y ellos ya a Manning, fueron barridos en el Super Bowl por paliza de 43-8.
Ahora los Broncos llegan con la mejor defensiva de la liga y espera repetir la fórmula que tanto les perjudicó hace dos campañas para detener al joven mariscal de campo Cam Newton, quien llevó a los Panthers a ser el equipo más anotador de la NFL.
Pero cada uno de los equipos tiene sus puntos fuertes y también sus debilidades lo que hace que el duelo de hoy, a disputarse en el Levi's Stadium de Santa Clara (California), no tenga a un claro favorito al triunfo final.
Los Panthers presentan una ofensiva meticulosa, que fue de menos a más hasta imponer su ley, mientras que en los playoffs dominaron más con promedios de 15,5 puntos en el primer cuarto de sus dos triunfos ante los Seahawks y los Cardinals de Arizona.
Su objetivo es volver a tener ese tipo de comienzo arrollador, pero deben estar preparados para que tal vez eso no suceda con los Broncos y presentar un plan B, algo en lo que ha trabajado el entrenador en jefe de los Panthers, el hispano Ron Rivera.
Mientras que la defensiva también la tienen establecida dado que son buenos en balones robados (39) y 24 interceptaciones durante la temporada regular, además que saben muy bien lo que hacer con el ovoide una vez que lo han interceptado y buscan la anotación. La defensiva de los Panthers tendrá como objetivo en anular a los corredores C.J. Anderson y Ronnie Hillman y obligar a que Manning, quien lanzó 17 interceptaciones en solo nueve partidos como titular esta campaña, ataque más por aire.
Los equipos especiales de los Panthers son los que poseen mayor ventaja frente a los de sus rivales al tener al explosivo receptor abierto Ted Ginn Jr. para devolver las patadas.
El pateador Graham Gano lideró a la NFC en puntos en temporada regular, pero no una garantía desde larga distancia, y especialmente ahora que jugarán a nivel de mar y con las ráfagas de viento características del área de la bahía.
Los Panthers también tendrán que controlar las patadas de salida dentro del terreno de juego. En su única aparición en el Super Bowl, empataron el juego a 29 con 1:13 en el reloj, pero un mal kickoff de John Kasay salió del terreno y los Patriots iniciaron su ataque en la yarda 40 y les costó la derrota.
Por su parte, los Broncos presentan un ataque donde la figura de Manning va a pesar y más como se espera sea su último partido de profesional en al NFL, en el que buscará hacerlo por la puerta grande, pero el fuerte no estará en su brazo sino en lo que hagan los corredores en la ofensiva por tierra.
Manning es consciente que aunque ha recuperado su mejor forma física ya no es el de hace 10 temporadas y hará todo lo posible para que Hillman y Anderson por tierra sean los grandes protagonistas.
Las miradas estarán en Peyton Manning
La pregunta que ha flotado durante toda la semana del Super Bowl 50 en San Francisco y que hasta ahora no ha tenido respuesta ha sido la de si el partido hoy será el último de su brillante carrera que dispute el veterano mariscal de campo Peyton Manning, de los Broncos de Denver. Todo parece indicar que si los Broncos consiguen la victoria, la oportunidad de concluir su legendaria carrera con un segundo anillo de Super Bowl sería lo máximo y seguiría el ejemplo que otra leyenda y miembro del Salón de la Fama John Elway hizo con el mismo equipo. A pesar de sus 39 años y las secuelas que dejan las lesiones, Manning está en un Super Bowl con más edad que la que tenía el propio Elway cuando decidió la retirada, en la temporada de 1999. Manning podría tener la misma despedida que tuvo Elway.