¿Quién hace los ‘jingles’ políticos?
¿Quién hace los jingles de las campañas? La pregunta viene porque por estos días da la sensación que son los rivales en la arena política, o peor aún, los enemigos, quienes los producen.
El asunto no es solo de mensajes torpes y sin sustancia. Es que además son de mal gusto, de pésima melodía o de ritmos copiados y obvios. Me refiero a esos jingles de los candidatos. Suenan en la radio sin vergüenza ni pudor, pero eso sí, abundantes en lugares comunes.
Los ‘jingleros’, como se les llama a quienes los producen, se van por el camino fácil de un vallenato remachado o una champeta insulsa. De pronto cobran poco para poder estar en el mercado, o no tienen materia gris para inventar algo que impacte y sea de su propia cosecha.
Es así como reguetones rellenos con frases desentonantes impulsan candidaturas a todos los cargos. Puede uno presumir que si el nivel gerencial, propositivo o de control político de los aspirantes a cargos públicos y corporaciones es proporcional a la falta de imaginación de los breves spots de las campañas, nuestro futuro seguirá siendo incierto y caótico.
El objeto específico del jingle es transmitir la información certera sobre un producto, con el fin de constituirse en una publicidad de fácil recordación.
Consultamos al músico René Betancour sobre el tema. Él afirma que el ofrecimiento musical creativo ha decaído en todos los aspectos. Las agencias, que eran la parte decisiva de las campañas, tenían muy bien enfocado hacia dónde se debería dirigir el mensaje. Hoy las cosas que se escuchan son precarias a nivel de inventiva. Toman frases usadas o canciones que han sido hits. Ya no hay lucida picardía para darle el toque mágico a un jingle, el cual debe ser recordado por su calidad y enganche y debe ser fácil de entender. Porque ni siquiera las repeticiones por sí solas producen recuerdo. En parte las nuevas tarifas juegan un papel importante en este momento del mercado, porque ahora están a ras del piso.
A su vez, el creativo Juan Carlos Rueda considera que la pésima calidad, acompañada de mediocridad de los jingles se debe a que ya no son hechos por publicistas a partir de un guión creativo o una línea musical inherente a la campaña. Cualquiera hace un texto que escasamente rima, con el nombre del candidato y un eslogan que se repite incesantemente. No contratan buenos músicos, ni arreglistas, ni cantantes de calidad sino a cualquiera que haga un sonsonete con un teclado. Además, se aferran a la champeta de moda en vez de crear un tema original.
Recuerdo que hace cinco años se presentó en el Jumbo del Country el dúo Ana y Jaime, como teloneros de Piero. Ellos cantaron sus canciones de los 70 y la gente los aplaudió, pero el momento de más éxito fue cuando Jaime, ‘jinglero’ profesional, entonó un par de clásicos: “Top para la ropa” y “Renault, mi amigo fiel”. Todo el mundo los conocía y los coreaba como himnos.
Para ilustrar al lector recordemos un buen ejemplo de jingle, como es el del Centro Colombo Americano. Una melodía pegajosa que es casi bailable. Lo de ahora, en política, es pacotilla.
mendietahumberto@gmail.com
Más Columnas de Opinión
¡Afinia nos tiene locos¡
Uno de los problemas más grandes que está afectado a los habitantes de la región caribe es el alto costo de los servicios públicos domiciliarios especialmente el servicio de energía. Desde hace muchos años la costa caribe ha recibido un serv
La Salud entre líos
Aunque los profesionales de la salud, tengamos como principios fundamentales, el de proporcionar nuestros conocimientos, voluntad, deseos, y en general permanecemos con todas nuestras fuerzas, puestas al servicio de las comunidades y personas, de
¿Qué hacer con las tarifas de energía en la región Caribe?
Las altas tarifas de la energía en el Caribe son un problema social. La afirmación de que mes a mes cientos de miles de familias comen o pagan la luz no es lejana de la realidad. El recibo se puede llevar la cuarta parte de los ingresos de las f
La Bestia – El temor a amar
La última película del aclamado director Bertrand Bonello (Saint Lorent, Nocturama) incursiona en el género de ciencia ficción mientras explora las complejas relaciones de pareja a través de un romance que trasciende distintas épocas histór