Compartir:

Desde su hogar materno, en la carrera 10D del barrio Sevilla, en la zona norte de Sincelejo, la madre, esposa y demás familiares y amigos del patrullero de la Policía Héctor Germán Pérez Monterroza le pidieron a Dios que permita su pronta liberación.

También le solicitaron al presidente Juan Manuel Santos que intervenga y haga posible que el uniformado que ha dedicado 10 de sus 30 años al servicio de la Patria regrese al seno de su hogar.

'Señor Presidente, mire bien lo que está haciendo, no perjudique más a los colombianos porque los inocentes, las familias de los policías y militares somos los que estamos pagando este precio', señaló Marly Meza, la esposa del uniformado.

El plagio de Pérez Monterroza por parte de la guerrilla del ELN se produjo la mañana de este domingo en la carretera que de Río Viejo conduce a Tiquisio, en el sur de Bolívar, zona donde presta sus servicios como conductor del vehículo oficial del comandante de la Policía del Quinto Distrito con sede en Rio Viejo. El joven iba en una motocicleta y cayó en un retén ilegal en el sector conocido como la Y.

La trágica noticia les llegó a las 12:30 del mediodía de hoy a través de los medios de comunicación y desde entonces están aferrados a Dios para que pronto sea liberado.

'Lo que pido es que por favor me devuelvan a mi hijo', dijo insistentemente Dilia Monterroza, la madre del patrullero que es padre de dos hijos y con quien compartió hace una semana cuando los visitó.

Recordó la madre que el patrullero siempre les comentó que la zona donde estaba (Tiquisio) era muy peligrosa. Anteriormente había estado en Cartagena y San Juan Nepomuceno.

Ella le pide a los captores que lo devuelvan, 'que piensen en su hijo que es pequeño, yo sé que ellos también tienen hijos, esposa, madres, pues que piensen en nosotros', dijo indicando que todo está en manos de Dios.

El secuestro del patrullero Héctor Germán Pérez Monterroza se produjo horas antes de que el ELN liberara al cabo del Ejército Jair de Jesús Villar, quien había sido secuestrado el pasado 3 de febrero por esa misma guerrilla en las afueras de Segovia, departamento de Antioquia, en el noroeste del país, donde ayer fue entregado a una comisión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).