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La advertencia es inmediata y franca: 'No quiero tocar temas que no caben en este momento y no se han clarificado. Yo le hablo claro, Rafa, para que no entremos en confusión'.

Jorge Luis Pinto, con tono amable y respetuoso, frena de entrada la confirmación de una noticia que desde hace rato se maneja en Barranquilla, pero nada que se oficializa: su inminente llegada a la dirección técnica del Junior en reemplazo de Óscar Quintabani.

Extraoficialmente, las averiguaciones, evidencias y las fuentes allegadas al club y a Pinto señalan que su próximo destino es Barranquilla, al cual arribaría el 1 de junio. Ni el técnico santandereano ni los directivos formalizan pública y totalmente la información, pero ya el entrenador acepta que existen contactos y una propuesta formal.

EL HERALDO habló telefónicamente con Pinto, que actualmente dirige al Deportivo Táchira, equipo con el que termina contrato el 30 de mayo, luego que dispute la gran final del torneo venezolano.

¿Está en diálogos con los directivos del Junior?

Sí, existe una conversación, hemos dialogado.

¿Pero no se ha concretado nada?

Así es.

Deportivo Táchira publicó un comunicado desmintiendo 'conjeturas, versiones de prensa y movimientos contractuales' en ese club. Parecía que estaban desmintiendo su llegada al Junior...

Dijimos que estamos comprometidos en la final por otra situación de contratación de un jugador. Yo ayudé a hacer el comunicado.

¿No ha tenido ningún inconveniente allá por las informaciones que lo dan como seguro técnico del Junior?

No, de ningún tipo. Las cosas son claras: hay una propuesta del Junior, la estamos valorando, hemos dialogado y listo.

¿Su primer paso por el Junior fue exitoso?

Muy bueno, la generación que tenía era muy joven e hicimos buenas campañas con clasificaciones a los cuadrangulares. Perdimos la posibilidad de llegar a la final en el partido ante Medellín. Además quedaron muy buenos jugadores.

¿Cuáles son sus expectativas con el Junior si se concreta y oficializa todo?

¡Las mejores! Siempre he dicho que Barranquilla es una gran plaza, la historia lo dice. Es un gran equipo, le brindan apoyo los directivos y la gente es apasionada.

¿Le gustaría trabajar con un grupo de jóvenes como en su primer ciclo o mantener la nómina actual?

Junior es un equipo competitivo que tiene que entregar resultados, sin duda que tendrá que sacar jugadores de su cantera porque hay un buen trabajo abajo, pero igual...

Igual le gustaría sostener jugadores de experiencia...

Es indudable que un equipo tiene que hacer una mezcla de juventud y experiencia.

Hay opiniones que rechazan su nombre porque prefieren un técnico nuevo, mientras otros lo aceptan por su disciplina y exigencia en el trabajo...

Siento una gratitud inmensa por la gente que apoya eso, que es beneficioso y bueno. Mi trabajo se respalda en un orden y fundamentalmente en un contenido científico.

Hoy tengo un mundo muy amplio, muy vasto. Cuando estuve en el Junior no había pasado por las selecciones de Costa Rica y Colombia. Esa gran experiencia que tengo, unida a mi preparación y conocimientos, de los cuales siempre me siento orgulloso, dan un bagaje muy amplio para trabajar.

¿Ha modificado mucho su visión del fútbol desde que salió del Junior hasta estos días?

Se puede decir que sí he perfeccionado mi capacidad. Soy un hombre mucho más experimentado y con más mundo futbolístico en todos los sentidos.

¿Sigue digitalizando sus estudios sobre táctica y estrategia en los mundiales?

Sí, claro, eso no para nunca. La investigación es constante para poder adquirir los contenidos futbolísticos y de preparación del trabajo.

¿Ya le había tocado asumir las riendas de un equipo golpeado anímicamente y tras una campaña tan pésima como la que vive el Junior actual?

Mmm... Ahora que recuerdo, no tanto. Tal vez Santa Fe, en alguna oportunidad... Ah ya, Alianza Lima (de Perú). Esa fue una de las experiencias grandes. En el Unión también.

¿El Pinto actual es más ofensivo futbolísticamente que el de antes?

Toda mi vida he sido un técnico ofensivo, pregúnteselo a jugadores que han estado conmigo. Que soy un técnico que maneja un concepto de equilibrio en el fútbol, sí.

¿Entonces por qué la gente lo tiene encuadrado como técnico defensivo?

No, de ninguna manera, al contrario. Prueba de ello es el Junior que yo dirigí allá (Ver infografía de sus números).

¿Qué mensaje le envía a la hinchada del Junior que quiere reivindicación y que se confirme pronto el nombre del nuevo técnico?

Las fuerzas que tiene el Junior para ser un equipo ciento por ciento protagonista hay que unirlas. Los medios, la junta directiva, la afición y los jugadores. Me parece que en eso hay que establecer una unión, es trascendental.

¿Eso es lo que espera encontrar acá?

Indudablemente que uno aspira a esa unidad en cualquier estancia.

¿Se puede decir ya que usted es el nuevo técnico del Junior?

Yo hoy no puedo confirmar absolutamente nada.

En el 2003 estuvo a un paso de llegar a la final

Jorge Luis Pinto asumió como técnico del el 13 de agosto de 2003 en reemplazo de Dussan Draskovic. Llegó al equipo como segunda opción, ya que la primera era justamente a quien va a reemplazar en el conjunto barranquillero, Óscar Héctor Quintabani, quien prefirió aceptar una oferta de Ecuador.

Pinto no dio el sí inmediatemente, ya que estaba pendiente de una posibilidad para ser seleccionador de Honduras, cargo en el que finalmente fue nombrado Bora Milutinovic.

Pinto debutó con Junior el 24 de agosto de 2003 con triunfo 1-0 en Barranquilla sobre el Medellín, con gol de Lin Carlos Henry. El santandereano, con 25 puntos, clasificó al equipo rojiblanco a los cuadrangulares con una victoria 1-0 sobre Cortuluá, en la última fecha, el 2 de noviembre, con gol de Émerson Acuña, la tarde en que se desprendió una baranda de la tribuna sur y que le causó la muerte a tres hinchas.

En el cuadrangular, Junior llegó a la última jornada con una posibilidad inmejorable de llegar a la final. Hasta el empate le servía, pero inesperadamente cayó 1-0 con el Medellín, que jugó sin la mayoría de sus titulares, y quedó eliminado.

Pese a ello consiguió los puntos necesarios para clasificar a la Copa Sudamericana del año siguiente.

En el Apertura 2004 terminó quinto, con 30 puntos, en la fase todos contra todos. En el cuadrangular, aunque no perdió como visitante, sendas derortas en casa ante Nacional (4-0) y América (1-0), lo dejaron sin ningún chance de avanzar a la final.

Por Rafael Castillo Vizcaíno / Twitter: @Rajocavi