Rincón Juniorista | EL HERALDO

El Heraldo
Édgar Perea.
Rincón Juniorista

“El Junior es mi vida y a él le debo lo que fui como narrador”: Édgar Perea

El Campeón, que ya había anunciado su retiro de la narración, volverá solo por 90 minutos, para relatarle a todo el país, un triunfo de La Selección.

Este viernes, Édgar Perea retornará a su vieja casa, el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, para hacer lo que mejor sabe hacer: narrar. Y la ocasión para dicho retorno no podía ser más propicia que el juego entre Colombia y Ecuador, por la Eliminatoria al Mundial de Brasil 2014.

El Campeón, que ya había anunciado su retiro de la narración, volverá solo por 90 minutos, para relatarle a todo el país, a través de la cadena radial Todelar, un triunfo de su amada selección que le dé prácticamente su clasificación a la próxima Copa del Mundo.

Antes de eso, Perea será objeto de homenajes. Uno será hoy y se lo brindan Acord Atlántico —que le entregará el premio Vida y Obra del periodismo— y la Federación Colombiana de Fútbol. El otro será mañana y se lo rendirá la Alcaldía de Barranquilla.

Como preámbulo a estos dos acontecimientos, Édgar Perea accedió a dialogar con EL HERALDO de su trayectoria de más de 50 años como narrador deportivo.

P ¿Cuál gol que le narró al Junior recuerda más?
R
El Junior es mi vida, el narrador Édgar Perea nació en Barranquilla, en 1966, cuando salió el Junior. Yo me debo totalmente al Junior, es el equipo que me hizo, que me mandó al estrellato. Todos los títulos que hemos ganado me han dado muchísima alegría, pero recuerdo aquel triunfo en el estadio Metropolitano con aquel golazo de Mackenzie, para hacer campeón al Junior, derrotando nada menos que al América.

P ¿Aquel 4-1 del Junior sobre América en la Copa Libertadores del 84 es una de sus narraciones más memorables?
R
Sin duda y allí es donde nace aquello de ‘Junior tu papá’, porque Poncho Rentería, mi gran amigo ahora, se enfrentaba conmigo permanentemente por la radio y la televisión, él con su América y yo con mi Junior, y una vez dijo que los jugadores del Junior eran minusválidos y que si no me gustaba esa palabra entonces eran unos parapléjicos. Como mandado por Dios le tocó al América venir a jugar con Junior, y el Junior le hace 4 goles. Esos goles los narraba así: ‘gol de los minusválidos del Junior’, ‘gol de los parapléjicos del Junior’. Y al final le dije: ‘Poncho Rentería, no olvides nunca que Junior es tu papá’. Ahí se quedó de por vida esa expresión.

P ¿Qué recuerda de esos partidos que transmitió en el Romelio Martínez?
R
Ese Romelio Martínez era una Bombonera, y en esa época todo el mundo llevaba su radio al estadio y la sintonía era 100 % en el estadio y en toda Barranquilla. Todo lo que se decía en mi transmisión se oía en el centro del campo, por esa razón alguna vez Mario Canessa comenzó el partido y a los 5 minutos paró y pidió que apagaran esa transmisión que estaba saliendo por los parlantes, hasta que le dijeron que esos eran todos los radios que estaban en el estadio. Hay una anécdota muy bonita y fue aquel partido que jugábamos con Millonarios, y Junior ganaba 1-0. Faltaban 10 minutos para que se terminara el partido y Millos encima buscando el gol del empate y esa pelota no salía del área de Junior. Yo miro el reloj y digo: ‘tiempo de juego, faltan 4 minutos para terminar el partido’, y resulta que faltaban 10, pero como se oía en el centro del campo, Canessa, a los 4 minutos, pitó la finalización del partido. Eso te indica lo que era el estadio Romelio Martínez.

P ¿Su enfrentamiento más fuerte con un técnico del Junior fue con Roberto Saporiti?
R
Saporiti fue un técnico que llegó patrocinado por los directivos del Junior, a los que yo les estaba dando duro, y entonces le pagaron el pasaje a dos comentaristas de Barranquilla para que fueran donde él, en Buenos Aires, para que viniera preparado a enfrentarse conmigo porque querían tumbarme del primer lugar de sintonía en Barranquilla y, si el técnico se me volteaba de entrada, a lo mejor lo conseguían. Yo estaba transmitiendo una pelea en México y cuando regreso me encuentro que Saporiti me estaba dando palo en todas las entrevistas de los programas de los señores aquellos, que después llamé las ‘viudas’ de Saporiti. Yo dije: ‘¿Este quién es?, ¿qué le he hecho a este señor para que me caiga encima? Venía preparado por estos tipos y entonces le dije: ‘¿quieres guerra?, guerra te doy’ y comencé a darle, con tan mala suerte que perdía y perdía. Ese enfrentamiento con Saporiti fue teledirigido por sus ‘viudas’.

P ¿Qué tan difícil fue irse a trabajar a Bogotá?
R
Muy difícil. Yo estuve pensando que era una figura en mi tierra, en Barranquilla, pero estaba seguro que podía triunfar en cualquier parte del mundo, porque siempre he sostenido que Barranquilla no gradúa mediocres, quien triunfa en Barranquilla triunfa en cualquier parte del mundo. Me le medí al reto de narrar en El Campín, sobre todo con la maravillosa oferta económica que me hicieron, que arreglaba completamente mis problemas económicos. En ese entonces pensé en mi futuro, en mi familia, en lo que podía conseguir, y por eso decidí firmar el contrato e irme a Bogotá donde duré 10 años con Caracol, transmitiendo en El Campín los partidos de Millonarios y Santa Fe, pero eso sí, con una salvedad: el único equipo que podía empatar en El Campín es el Junior, todos los demás tenían que perder.

P ¿Cuáles fueron los momentos más felices que vivió como narrador?
R
Cuando relaté la medalla olímpica de Helmut Bellingrodt, en el tiro al jabalí, en Múnich, qué felicidad tremenda, porque sabía que nunca un deportista colombiano había logrado eso, y que me tocara a mí narrar ese momento... no se puede olvidar. Después vinieron el triunfo de Pambelé, en Panamá contra Peppermint Frazer, aquel golazo de Freddy Rincón a Alemania, en el Mundial de Italia, aquel hit de oro de Édgar Rentería para hacer campeón mundial a los Marlins... una cantidad de situaciones que me ha tocado narrarle al pueblo colombiano que matan cualquier tristeza que haya tenido.

P ¿Cómo fue esa emoción con el gol de Rincón?
R
Describirlo es difícil, pero sí sé que cuando Littbarski, de Alemania, nos hizo el gol, faltando tres minutos para terminar el partido y nos sacaba del Mundial, yo le dije a Wbeimar Muñoz, mi comentarista: ‘no narro más’. Y Wbeimar comentaba y me decía: ‘narra’ y yo le repetí: ‘no narro más’, estaba aburridísimo, triste, muerto, pero cuando miro al campo y veo al Pibe Valderrama coger la pelota por la derecha y hacer una diagonal hacia el centro del campo, le quité el micrófono a Wbeimar y comienzo a narrar y este maestro —el Pibe— se lleva toda la defensa de Alemania detrás de él y se la cambia a Rincón y lo deja mano a mano con el portero y hacemos ese gol que nos mete otra vez en el Mundial... lo narré 20 veces, no me salía sino ‘gol, gol, gol’... más nada. La alegría fue inmensa, y después a las 8 de la noche salimos del estadio y llegamos a la plaza de Milán donde habían 30 o 40 colombianos festejando y gritando, y apenas me vieron me cayeron encima, que tenía que narrarles el gol otra vez y se los tuve que narrar 12 veces. Imagínate si hay tantos recuerdos de ese gol de Rincón.

P ¿Con cuál comentarista se sintió más cómodo?
R
No hay duda que con Wbeimar Muñoz. Es de los comentaristas mejor preparados, hace cursos todos los años. Trabajar con Wbeimar es trabajar con una persona que te va a reforzar tu transmisión, que te la va a enriquecer. Por supuesto que hay que mencionar a Hernán Peláez, otro cerebro tremendo, otro comentarista muy bien instruido y tantos otros con los que yo trabajé como Óscar Rentería y Hugo Illera. Todos son fabulosos.

P ¿Qué significó para usted hacer parte de ‘La Polémica’?
R
Ese fue un programa que causó furor en Colombia. Ese programa no se puede repetir en este país por la calidad de las personas que lo hacían. Tenía el mayor porcentaje de sintonía que haya tenido cualquier programa radial.

Su última transmisión
Actualmente, Édgar Perea participa en el programa Fútbol+, que se transmite los lunes por la noche en el canal Versus. También participa, a nivel nacional, en el Gran Debate de Todelar y le está poniendo su voz a los partidos de la Selección Colombia para la serie ‘La Selección’, del Canal Caracol. Esto provocó que los altos ejecutivos de Todelar lo invitaran a narrar, para todo el país, el partido de Colombia contra Ecuador. Se preguntó a sí mismo: ¿Y por qué no?, a mí no se me ha olvidado narrar, en ‘La Selección’ estoy narrando supremamente bien y sería mi cuarta clasificación a campeonatos mundiales’. El Campeón se entusiasmó con la idea y decidió, entonces, aceptar la invitación y afirma que el viernes va a narrar como siempre lo ha hecho: toque por toque, al lado de la bola, como asegura con firmeza que le gusta a su gente de Barranquilla y al pueblo colombiano.

En junio pasado, Perea fue homenajeado por Acord Colombia. Aquí con su presidente, Carlos Julio Castellanos.

 

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