
No nació en Barranquilla, pero se siente un hijo más de esta ciudad, a la que dice amar entrañablemente y a la que le hubiera gustado servir como Alcalde. Es Édgar Perea Arias, el narrador que con su prodigiosa voz transmitió a los barranquilleros las hazañas de grandes deportistas como Helmut Bellingrodt y de su equipo insignia, el Junior. Él también acuñó otra famosa frase y es que Barranquilla no gradúa mediocres.
'No se trata de que uno nazca o no nazca en Barranquilla, porque esa es una suerte que Dios le da a uno. Sí me ha dado la suerte mi Dios de crecer en Barranquilla, de hacerme en Barranquilla, de formarme en Barranquilla, de que el pueblo barranquillero me hubiese acogido con ese cariño, con ese amor, 60 años trabajando por esta linda ciudad. Yo le he entregado toda mi vida, todo mi trabajo, por mi gente, por esta ciudad. No solo en el deporte, sino en la parte cívica.
Desde nuestro programa radial siempre denunciamos las irregularidades de mi ciudad. Me hace barranquillero, primero que todo, el amor que siento por mi ciudad, el amor que siento por mi pueblo, la identificación que siento con mi gente de Barranquilla, de todas las clases sociales. En la parte deportiva, ni hablar. He narrado desde los cinco continentes del mundo. Este narrador nació en Barranquilla, este narrador lo hizo el pueblo barranquillero'.
El Campeón, quien hoy reside en la capital del país, contó a Radio H, la emisora virtual de EL HERALDO, cómo nació su famosa frase ‘Junior tu papá’, la cual identifica al conjunto barranquillero en el mundo entero. A ningún otro equipo le queda bien ese apelativo.
'Esa situación se me presentó en una oportunidad que tuve una discusión con el señor Poncho Rentería, un periodista de Cali, que en esa época era representante a la Cámara. Poncho, en alguna oportunidad, dijo que los jugadores del Junior eran unos minusválidos, unos parapléjicos. Y como mandado por Dios, el América, el equipo del cual era hincha, vino a jugar a Barranquilla, en el estadio Municipal Romelio Martínez. En ese partido Junior le ganó 4-0 al América y yo todos los goles los canté: ‘Goool, goool, goool, de los minusválidos del Junior’, ‘Goool de los parapléjicos del Junior’. Al final del juego yo dije al aire: ‘Poncho Rentería, cállate, que Junior es tu papá'.
El ‘corito celestial’ es otra de las creaciones de Perea. Iba dirigido a los árbitros que perjudicaban al Junior. 'Yo todo lo que hacía era decirle al público, bueno este señor quiere el ‘corito celestial’. Yo pongo la música y ustedes la letra, y listo, todo queda en paz’. Y así pasaba, todos en el estadio me seguían la corriente (Risas)'.



















