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Se acerca la Cumbre de las Américas y hoy más que nunca los cartageneros pueden dar fe de los rigurosos cambios a los que la ciudad se he visto sometida, con el fin de mostrar al mundo la mejor de las impresiones. Sin embargo, si bien es cierto que algunas de las medidas adoptadas obedecen al beneficio general, todo el proceso transcurre en medio de un gran interrogante: ¿era necesario esperar la llegada de la sexta cumbre de las Américas para hacer algo por la ciudad?

Aunque la respuesta parece ser más que evidente, una larga fila de dirigentes políticos que se han pasado por la heroica, parecieran haber pensado algo muy distinto. Solo hoy, a escasas semanas del inicio del evento que concentrará las miradas de buena parte del planeta, surgen algunas medidas, que aunque extremas en ciertos aspectos, dan cuenta de que más que la imagen de Cartagena, es la cara del país la que pareciera estar en juego.

MÁXIMA SEGURIDAD. Si no la más importante, una de las principales determinaciones de cara a la Cumbre tiene que ver con la prohibición del porte de armas por parte la Infantería de Marina, la cual suspendió el permiso para portar cualquier tipo de arma de fuego en los cascos urbanos y zonas rurales del departamento de Bolívar. La medida comenzó a regir desde el pasado miércoles hasta el próximo 20 de abril.

De acuerdo a resolución No. 006 de la Jefatura del Estado Mayor, esta medida regirá para los municipios de Arjona, Arroyo Hondo, Calamar, Carmen de Bolívar, Cartagena, Clemencia, Córdoba Tetón, El Guamo, Mahates, Marialabaja, San Cristóbal, San Estanislao, San Jacinto, San Juan Nepomuceno, Santa Catalina, Santa Rosa, Soplaviento, Turbaco, Turbana, Villanueva y Zambrano.

Aunque el incumplimiento a esta iniciativa adoptada para la conservación del orden público ocasionaría la incautación y decomiso de armas a quienes decidan hacer caso omiso a la norma, es tema de precaución para los cartageneros, que en más de una oportunidad haya sido evidenciado que los delincuentes no necesitan permiso para hacer de las suyas.

Adicional a la prohibición del porte de armas, los operativos de la Policía Metropolitana de Cartagena, en diferentes puntos de la ciudad, y en especial en el Centro Histórico, son cada vez más rigurosos. El acceso a la denominada Ciudad Vieja y a los diferentes puntos turísticos que la circunscriben, son vigilados de forma constante por las autoridades. Sin embargo, muchos no lo piensan dos veces para calificar como exagerados los operativos, que seguramente serán intensificados durante los días de la cumbre.

Tampoco está de más preguntarse, ¿qué pasará con tanta seguridad una vez haya terminado la cumbre? Solo el posterior despliegue de la Policía mostrará si efectivamente era más importante la seguridad de los foráneos que la de los nativos, o si por el contrario se trató de un gran paso hacia un compromiso permanente en pro de la seguridad de los cartageneros.

A RECOGER LO QUE NO ‘LUZCA’. Entre las determinaciones más polémicas que ha asumido el Distrito, se encuentra la de recoger u ocultar todo aquello que ‘afea’ la vista de quienes durante la Cumbre visitarán la ciudad. Ya es bien sabido que en medio de tal objetivo no hay lugar en las calles, sobre todo en las del Centro Histórico, para los gamines, locos y las ya conocidas manadas de perros callejeros, que hoy como nunca parecen haberse convertido en un problema que preocupa a la oficina de Salud Pública.

Sumado a la medida de esconder a todo aquello que no ‘luzca’, los cartageneros recuerdan que en el año 2000, cuando vino el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, muchas personas que no fueron escondidas, también terminaron pagando los platos rotos durante la visita, algo que podría repetirse durante la Cumbre.

Hoy de 500 vendedores de tinto de toda la ciudad, representantes de una de las actividades del comercio informal más tradicionales de Cartagena, han manifestado su preocupación pues existen altas posibilidades de que su acceso al Centro Histórico sea prohibido durante los días de la cumbre. Aunque no existe una voz oficial que así lo confirme, los conocidos tuchines presienten que sus ganancias durante los días que dure la Cumbre, podrían verse reducidas ostensiblemente en más de un 50 por ciento.

REPARACIONES A LA CARRERA. Calles y avenidas atestadas de huecos, hacen parte desde hace algunos días de una operación relámpago en procura de ser mejoradas. Aunque a merced del poco tiempo con el que se cuenta antes de que empiece la Cumbre, pueda intuirse que las mejoras no serán las más detalladas o significativas, las obras se llevarán a cabo en puntos como la avenida Santander, avenida San Martín, entre otros.

Lugares, por los que las diferentes delegaciones deberán desplazarse, y es necesario que lo hagan bajo las mejores condiciones. Para muchos cartageneros es una verdadera lástima que la iniciativa no hubiera surgido desde hace mucho antes, cuando la ciudad entera lo pedía a gritos, “si no es por esta coyuntura, no hubiesen hecho nada”, dicen.

CARTAGENA