El saldo final de los enfrentamientos con piedras y palos de los estudiantes de la Universidad de Córdoba (Unicor) con los agentes antidisturbios, fue de diez manifestantes detenidos, de ellos unos cuatro heridos; y tres policías en iguales condiciones.
Así lo reveló el Comandante de Policía, Héctor Páez Valderrama, quien además descalificó el procedimiento violento de los manifestantes, a quienes acusó de atentar contra las instalaciones del alma máter y la destrucción parcial de un cajero automático frente a la entrada.
También desde el interior de Unicor se habló de daños de algunos muebles, al parecer los mismos que inicialmente usaron para establecerse en la puerta de la misma en las 48 horas de paro y protesta pacífica que hasta ayer se vivían en el claustro cordobés.
Contra los estudiantes detenidos pesan cargos de asonada, daño en bien ajeno, entre otros. En la mañana de ayer permanecían en los calabozos de la Sijín; los heridos pasaron a evaluación médica en Medicina Legal. Los agentes de la Policía heridos también fueron atendidos y dados de alta, pues las heridas eran leves.
Hasta el cierre de esta edición se desconocía si los capturados seguían como tales, o si quedaron en libertad.
