
Más de 3 mil 500 hectáreas de tierras son reclamadas en procesos de restitución de bienes en el Cesar. De acuerdo con la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, CNRR, este es el departamento con mayor número de reclamaciones en el país.
Ana Teresa Bernal, miembro de la CNRR, dijo que de las 4 mil 870 hectáreas reclamadas ente la Comisión Regional de Restitución de Bienes, más de 3 mil 500 están en este territorio, distribuidas en 73 predios y las restantes en los departamentos de La Guajira, Magdalena, Antioquia y Norte de Santander.
La funcionaria señaló que en el Cesar hubo una marcada presencia de grupos armados al margen de la ley, donde hubo despojo y desplazamiento forzado a propietarios de predios en 10 de los 25 municipios que componen su geografía, siendo El Copey el de mayor afectación.
Los municipios del Cesar donde se presentan reclamaciones de tierra son El Copey, con 804 hectáreas; le siguen Valledupar con 667, Becerril 650, Codazzi 333, La Jagua de Ibirico 217, El Paso 212, Manaure 203, Curumaní 200, La Paz 65 y Astrea con 34 hectáreas.
Los casos más comunes de despojo de las tierras se dan por venta forzada y desplazamiento forzado. Las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, son según los reclamantes el grupo armado que causó mayor despojo con un 95 por ciento del total de casos, mientras que las guerrillas de las Farc y el ELN aparecen con el cuatro y uno por ciento, respectivamente.
Bernal dijo que la dimensión de despojo y abandono de tierras en esta zona del país no ha sido establecida plenamente, pero según los registros actualizados a2011 de Acción Social en el departamento del Cesar están reportadas 155 mil 805 personas en condición de desplazamiento forzado.
La mayor dificultad para avanzar en este proceso sigue siendo el temor de las víctimas de denunciar o reclamar las tierras. La CNRR señaló por ejemplo que aún hay zonas como los corregimientos de Aguas Blancas y La Mesa, en Valledupar, donde persisten las amenazas por parte de los grupos armados ilegales.
El asesor de Paz del Cesar, Antonio Calvo, considera sin embargo que con la Ley de Justicia y Paz se abrió un camino expedito para que muchas verdades salgan a la luz y tanto víctimas como victimarios reconozcan el despojo e identifiquen los bienes que fueron a parar a manos de terceros.
No obstante, señaló que en este departamento fue muy bien diseñada la expropiación a campesinos y propietarios de tierras, firmando muchas veces bajo amenazas o presiones la venta de sus predios, quedando todo bajo una aparente legalidad en las notarías.
Mediante hipotecas, compra-ventas y procesos judiciales, los paramilitares y sus testaferros se apropiaron de tierras y bienes de campesinos en Cesar, al punto, que aún no se sabe la magnitud del despojo, indicó el funcionario.
No obstante, precisó que 'la verdad es terca e históricamente termina aflorando, aún en las condiciones más adversas'.
Por Miguel Barrios
Valledupar















