El Heraldo
Las velas se encienden a la entrada de la casa-museo para rezar la novena por la muerte de Gabriel García Márquez. José Puente Enviado Especial
Barranquilla

Sepelio simbólico y nueve noches en Aracataca

La cita para despedir al escritor es a las 3:00 p.m., en la Casa Museo.

Las mariposas amarillas volarán  más alto en Aracataca, tocarán las puertas del cielo y dejarán allí a su inspirador; luego regresarán al punto de  partida para seguir coloreando al Macondo olvidado. Hoy Gabriel García Márquez será sepultado simbólicamente en su tierra.

La cita para despedir al más grande escritor latinoamericano de todos los tiempos es a las 3:00 p.m., en la Casa Museo, desde donde nativos y visitantes acompañarán por las largas y angostas calles un féretro, que no llevará un cuerpo material, pero que portará una pesada carga espiritual plasmada en mensajes de amor, admiración y respeto.

El de hoy será un entierro singular, jamás visto en esta tierra y  en sus contornos. Tendrá diez estaciones en cada una de las cuales se hará referencia a lo que el sitio representó en la vida del Nobel.

Pero no todo morirá allí. Gabito, como auténtico cataquero, tendrá sus nueve noches. Un velorio original que quedará en la memoria por siempre.

RECORRIDO CON ANÉCDOTAS. Cuando el reloj marque las tres de la tarde, el cortejo fúnebre partirá de la Casa Museo; por la calle Monseñor Espejo llegará a la esquina de la Botica de Los Barbosa y se detendrá.

En este punto se recordará que fue el lugar donde se transformó la obra del escritor cuando Luisa Santiaga, la madre de Gabo, llegó para vender la casa en la década del 50, dándose un abrazo con Adriana Berdugo. Para el escritor, ese abrazo interminable modificó lo que estaba escribiendo.

Seguidamente el sepelio cruzará la calle de Los Turcos y arribará a la casa que era de la profesora Cleotilde Sánchez Rodríguez. Aquí fue donde Gabito  inició por primera vez el recorrido por su pueblo tras su regreso en el año 1983 con el Premio Nobel en sus manos, luego de años de ausencia. Fue en esta vivienda donde degustó – según sus propias palabras – “el más sabroso sancocho trifásico”..

Tras pasar por La Arrocera y sortear la carretera negra, se llegará  al colegio Gabriel García Márquez. Fue este centro educativo el sitio que sirvió  de recepción durante la visita que el escritor hizo el 30 de mayo del 2007, cuando viajó en tren desde Santa Marta.

El sepelio hará luego una parada en la emblemática Estación del Ferrocarril y seguidamente hará otra en la escultura ‘La ascensión de Remedios La Bella’, la cual representa una escena de Cien Años de Soledad.

La próxima detención será en la escuela Montessori, sitio en el que se recordará al niño Gabo, ese que aprendió a leer con las enseñanzas de la  profesora Rosa Helena Fergusson.

RECTA FINAL. Posteriormente el sepelio llegará a las Cuatro Esquinas, donde antes estaba el cine mudo y en el que se hacían las tradicionales cumbiambas. Acto seguido se dirigirán al mercado y tomarán ruta hacia la Casa del Telegrafista, un museo que se resiste al olvido, el lugar donde vivió y trabajó entre 1923 y 1926 Gabriel Eligio García Martínez, el padre del Nobel de Literatura.

De allí arribarán a la casa del exalcalde Luis Porto García,  la que Gabo frecuentaba para hacer sus parrandas vallenatas en compañía de José del Rosario Durán, Lucho de la Hoz y los ‘Mellos’ Pérez, entre otros personajes de la comarca.

El recorrido finaliza en el parque San José, frente a la iglesia en donde los concurrentes escucharán una misa. Antes de la eucaristía el féretro regresará a la Casa Museo, pues el ritual religioso no permite oficios fúnebres simbólicos.

LAS 9 NOCHES. El profesor Robinson Muldford, uno de los tantos cultores cataqueros y admirador de la magistral pluma fallecida, dijo que “Gabo también tendrá velorio”.

Se hará en la Casa Museo y allí se darán cita todos los habitantes, los de la vieja guardia y la nueva ola, pero igualmente los turistas que enamorados por la obra del Nobel visitan desde el jueves la emblemática edificación.

Será un velorio tradicional, de esos que solo los pueblos del Caribe saben hacer, con calentillo, chistes, anécdotas, pero algo especial, habrá espacios para la lectura de las obras de Gabo.

Serán nueve noches que se convertirán en una inigualable  tertulia macondiana. 

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