Los caminantes ambientales del Damab realizaron una jornada de limpieza.

La antioqueña Mónica Jiménez, de 37 años, es una de las residentes del edificio Bucaramanga, en plena Zona Cachacal, en el barrio San Roque. Ella fue una de las que ayer recibió atención en salud y apoyo psicosocial para dejar de consumir droga, al igual que otros de sus vecinos en este deprimido sector de la ciudad.

“Desde hace siete años consumo patraseado (base de coca). Me inicié con una amiga que me llevó a una fiesta. Allí me ofrecieron la droga y me quedé consumiendo eso”, expresó esta mujer que tiene tres hijos, la mayor de 20 años, quien también es consumidora; el segundo de 18 años, que vive con su padre en el Cesar, y un bebé de tres meses que está en manos del Bienestar Familiar.

Durante la misión emprendida por el Distrito con apoyo de todas las autoridades, expresó su deseo de salir de esa ‘pesadilla’ que vive, para poder recuperar a sus hijos. Por eso, agradeció la intervención social que está haciendo el Distrito en el sector.

“Yo pido que me ayuden a salir de la droga, estoy dispuesta a recibir los tratamientos que sean necesarios para salir adelante”,  expresó en varias oportunidades.

Mónica gasta todos los días cinco mil pesos para sostener su vicio y, para conseguirlos, realiza labores de aseo en diferentes establecimientos del sector. “Me pagan dos mil pesos y el resto me lo da mi esposo, que vende dulces en la calle”.

La mujer se animó a aconsejar a los demás consumidores: “dejen esa droga; esa droga es malísima y lo lleva a uno a la muerte. Yo me arrepiento de haber llevado esta vida y espero que mis hijos no pasen por esto nunca”.  

El Distrito, a través del Fondo de Seguridad, y la Policía Metropolitana lideran la recuperación de este sector (vea aquí la infografía), atendiendo las instrucciones del Gobierno Nacional de erradicar las llamadas ‘ollas’ de venta y consumo de estupefacientes en las principales ciudades del país.

Durley Barrios, coordinadora del programa Entornos Socio Urbanos Seguros, del Fondo de Seguridad, explicó que de acuerdo con lo dispuesto en el Comité de Orden Público, se han articulado sus distintas dependencias y otras entidades para acompañar esta intervención y garantizar su carácter integral.

“La Secretaría de Salud realizó labores de vacunación, de detección de asintomáticos de VIH Sida, detección de tuberculosis, fumigación, y se determinaron qué personas requerían atención inmediata”, manifestó.


La jornada incluyó  una brigada de vacunación a los habitantes de la Zona Cachacal.

También se hizo control en los establecimientos de alimentos.

La Secretaría de Gobierno, en cabeza de Josefa Cassiani, y la Inspección General con Ricardo Cantillo, hicieron control de establecimientos públicos, determinando sus condiciones legales para llevar a cabo más adelante las acciones de legalización que correspondan.

El Damab, con 120 caminantes ambientales, realizó acciones de limpieza y pedagógicas con la comunidad, para que aprendan sobre el control de las basuras.

La secretaría de Movilidad está determinando la señalización vial del sector, que es otra de las problemáticas que se han encontrado, así como la congestión vehicular y el parqueo de camiones durante todo el día.

El subcomandante de la Policía Metropolitana, coronel Gonzalo Carrero,  dijo que “se continúa con la segunda fase de la intervención, con el acompañamiento social de todas las entidades de la Alcaldía, y por parte de la Policía se continúa golpeando el sector con registros, allanamientos e identificación de personas, para acabar este flagelo en ese sector”.

Indicó que “el trabajo no termina en dos meses, esto va a ser de mucho tiempo, y la intervención debe ser permanente, tanto de las autoridades de la Administración Distrital como de la Policía Metropolitana”.

El coronel Carrero explicó que “ollas, específicamente, no tenemos la cantidad exacta, porque son ollas que se mueven de un lugar a otro; es el narcomenudeo, la venta callejera en pequeñas cantidades, situación que se hace a veces un poco complicada de controlar porque un sitio en el que, digamos, vamos a encontrar tal cantidad de droga, no lo hay. Eso obedece al negocio flotante por las diferentes calles de la droga”.


En estas condiciones vive la mayoría de los habitantes en la Zona Cachacal.

Precisó que las drogas que se mueven en el sector son basuco y marihuana, y la mayoría de la droga que se expende es para los mismos habitantes del sector.

Por Leonor De la Cruz
leonor.delacruz@elheraldo.co

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