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El anuncio de la construcción de tres torres de 15 plantas más altillo, en la zona en la que se proyectaba la expansión de la Plaza de La Paz, siguió generando controversia en diferentes sectores de la ciudad.

Tras la noticia publicada ayer por EL HERALDO, varias voces se han alzado a favor y en contra de este proyecto urbanístico situado en la calle 47 frente al Banco de la República.

El arquitecto Ignacio Consuegra asegura que permitir la construcción del conjunto de edificios no solo sería un error, si no que contribuiría a seguir convirtiendo la ciudad en 'una feria de vehículos que ya no caben en las calles'. Agrega que el impacto para la ciudad sería negativo, pues 'no es lo mismo el crecimiento desmedido que el desarrollo, y actualmente la expansión de Barranquilla no es sostenible'.

Carlos Bell, arquitecto y catedrático, se unió de igual forma a las voces que están en contra del proyecto. 'Barranquilla es una ciudad que ha carecido históricamente de espacio público, el laissez-faire ha dominado gran parte de la política sobre este punto en la ciudad y por ello que se permita la construcción de los edificios es apenas lógico'.

Por otro lado, el dirigente privado Rodolfo Zambrano manifestó a través de la Red Visión Compartida que si las autoridades han dejado abandonado este sector durante más de 20 años no se debe espantar la inversión privada, pues puede ser la única forma de darle vida a la zona.

Asegura, además, que en ciudades como Cartagena y Santa Marta el desarrollo inmobiliario ha traído progreso.

Sobre la proyectada ampliación de la plaza, Jaime Berdugo, secretario del Interior del Atlántico, aseguró que 'el proyecto de remodelación se terminó hasta el punto en el que fue contemplado desde un inicio. Es toda el área entregada el viernes pasado. No existe ningún tipo de presupuesto reservado para una futura extensión'.

Refiriéndose a la polémica suscitada por la licencia otorgada a la Fiduciaria Bogotá para construir las tres torres, aclaró que aunque en un futuro podría ejecutarse, a corto y mediano plazo la administración departamental no lo tiene contemplado.

Jaime Fontanilla, curador No. 1 de Barranquilla, explica que tal proyecto de expansión nunca ha existido, al menos no más allá del imaginario colectivo y las intenciones nunca llevadas a la práctica de diversos funcionarios públicos.

La emblemática construcción, recientemente remodelada y entregada al público, fue construida en 1986 con motivo de la visita del papa Juan Pablo II, por quien recibe su nombre. Debido a la coyuntura y la dicha del momento, en el Concejo se habló de hacer que la Plaza de la Paz llegara desde su ubicación actual hasta la calle Murillo, pero que 'esas ideas quedaron solo como eso, en ideas'.

El Curador No. 1 aseguró que la compra del predio es legal y fue realizada de acuerdo a la norma. 'Estos terrenos siempre han sido privados, y según el Plan de Ordenamiento Territorial pueden ser destinados a la realización de obras residenciales.'

Miguel Vergara, secretario de Planeación del Distrito, indica que dentro del plan de desarrollo de la Distrito no está contemplada una inversión en un futuro cercano para la Plaza de la Paz. Sin embargo, asegura que revisará personalmente los contratos entregados por curaduría urbana para asegurarse de que se hayan cumplido todas las normativas.
'Atendiendo al clamor de la ciudadanía, tendremos en cuenta si las licencias cumplen las normativas del Distrito'.

Aseguró que la prioridad de la Administración Distrital es mejorar la cantidad de metros cuadrados de espacio publico para cada persona, porque en el presente es muy poco.

Por Rafael Pabón