Ponerse en los zapatos de una persona con discapacidad no es un acto sincero hasta que, por voluntad propia o por designios involuntarios, asumimos su condición realmente.
Bastaría con desprendernos por unos minutos de alguna de nuestras ‘capacidades’ llámese sensoriales, físicas, cognitivas, intelectuales, etc (las que tienen la mayoría de la población) para entender en carne propia lo que es vivir con una parte del cuerpo o del cerebro en condiciones distintas.
El ejercicio lo hice en el Segundo Encuentro Nacional de Periodistas ‘Los cinco sentidos del periodismo frente a la discapacidad’, organizado por la Fundación Saldarriaga Concha y la Agencia Pandi, en Bogotá. Estuve ciega por casi una hora, tiempo en el que –de acuerdo a las instrucciones del reto– debía cruzar la calle 127 con carrera 15, llegar a un supermercado cercano y comprar un jabón de baño. Mis ayudas eran un bastón y un acompañante que fue seleccionado entre los colegas del grupo, quien debía guiarme para evitar accidentes pero no podía tocarme.
Logramos cumplir la tarea y al final cada quien contó a los demás compañeros (quienes experimentaron otras discapacidades)cuáles fueron las percepciones, los obstáculos, barreras e interacciones en su ejercicio. Describir ahora la experiencia es recordar sentimientos encontrados que sabían a angustia, inseguridad e incertidumbre. Interiorizar el vivir sin visión fue, paradójicamente, un halo de luz que abrió mis ojos y entendimiento para valorar aún más a las mil millones de personas en el mundo (15%) que, según la Organización Mundial de la Salud, tienen alguna discapacidad.
En Colombia, de acuerdo al censo general del Dane en 2005, existen unos 2,9 millones de personas en condición de discapacidad, que representan el 6,4% de la población. No obstante, la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) estima que esta cifra ya está en el 7%, lo que quiere decir que más de 3 millones de colombianos experimentan alguna forma de discapacidad.
Según los datos entregados por la Fundación Saldarriaga Concha, entidad sin ánimo de lucro que trabaja a favor de la población con discapacidad, adultos mayores y sus familias, si cada persona con discapacidad vive con al menos tres personas, se podría decir que esta condición afecta directamente a 7,8 millones de colombianos, lo que representa el 20% de la población.
Asimismo, señala la ENDS, se estima que en el país el 52,3% de las personas discapacitadas están en edad productiva, pero que solo el 15,5% de ellas trabaja y otro escaso porcentaje, el 2,5% obtiene remuneración de un salario mínimo. Otras cifra alarmantes es que el 33% de esta población, que tienen entre 5 y 14, y el 58,3%, entre 15 y 19, no asisten al colegio. Solo el 5,4% logra terminar el bachillerato.
¿Qué hace el distrito?
Al formularle la pregunta, la secretaria de Salud, Alma Solano, afirmó que la Alcaldía actualmente adelanta la creación de una política pública dirigida a la población con discapacidad, que según la encuesta del Dane 2010, en Barranquilla está conformada por 8.053 personas. Solano indicó que el objetivo es lograr 'transversalidad en el proceso para que así la ciudad se vuelva amigable e inclusiva en temas de transporte, movilidad e infraestructura. Dijo que el mayor problema es que estas personas no están recibiendo la rehabilitación adecuada.
Situación en Colombia