El Heraldo
La empresa constructora se dispone a instalar, entre los bolardos, unas barreras amarillas, denominadas estoperoles, como lo muestra el ingeniero Luis E. Barrios, para impedir el paso de motocicletas entre las esferas. Carlos Cordero
Barranquilla

Después de los bolardos, llegan los estoperoles

El representante de la firma constructora afirma que el diseño de las obras de la carrera 54 fue modificado para instalar pequeñas barreras de seguridad que impidan el paso de motociclistas y peatones de un lado a otro de la vía.

El representante de la firma A Construir S.A., a cargo de los trabajos de ampliación de la carrera 54, anunció ayer que entre la hilera de bolardos que conforman el separador central de la vía instalarán pequeñas barreras amarillas o estoperoles, como medida de seguridad para motociclistas y peatones.

Lo anterior, teniendo en cuenta las inquietudes ciudadanas sobre el riesgo que representa el espacio de 60 centímetros que separan las esferas.

Un sector de la comunidad había expresado su preocupación por el riesgo de que los motociclistas transitaran entre los bolardos, pero según el representante legal de A Construir S.A., Luis Eduardo Barrios, los estoperoles garantizan más seguridad.

Expuso que esa fue una de las modificaciones que se hicieron al diseño original de la Empresa de Desarrollo Urbano, Edubar.

Ese diseño contemplaba un estrecho bulevar con grama y árboles.

Estos fueron los diseños presentados por Edubar, previos a la realización de la obra. 

Según lo explicado por el ingeniero Barrios, a lo largo de los 440 metros lineales del tramo, las nuevas barreras amarillas construidas en hierro evitarán que la llanta de los vehículos impacte con los 310 bolardos, y que los motociclistas crucen por el separador.

“Los vamos a instalar de cada lado del separador. Adicionalmente, los trabajos incluyen la demarcación horizontal de la vía y unos taches reflectivos, y estamos definiendo el color del que van quedar pintadas las bolas porque no serán blancas”, agregó.

Sostuvo que, conforme a lo acordado con el Distrito, la obra será entregada este 31 de marzo.

Diseñador de la obra. Adolfo Schlegel, arquitecto encargado de los diseños de la carrera 54, argumentó que, teniendo en cuenta los 60 centímetros que quedaban en el centro de la vía y que por allí no circularían personas, lo más apropiado era instalar un separador con espacios entre sí, es decir, que no fuera continuo. 

“No podíamos separar dos barrios tradicionales de Barranquilla, los fines de semana no es tanto el tráfico lo que facilita que la gente de Barrio Abajo y Montecristo circule libremente por la zona. Por eso planteamos el separador con espacios. Eso lo han implementado en muchas plazas del mundo, no son peligrosos. Cumple las mismas funciones que otros, pero es más estético”, expresó Schlegel.

Sobre los estoperoles que serán instalados en este tramo, sostuvo que será “buenísimo” para mejorar en el tema de seguridad.

Puntualizó en que los bolardos buscan que esta zona urbana tenga una característica que le identifique, y no de un separador tradicional de concreto “mal terminado”. “En Barranquilla cuando implementan algo distinto se arma polémica”, apuntó el arquitecto Schlegel.

Así avanzan las obras de la carrera 54, sector aledaño a la Casa del Carnaval. 

Urbanista. Porfirio Ospino, especialista en Gestión y Planificación Urbana, habló de las obras que están ejecutando en la carrera 54 y señaló que estas no resuelven ningún problema de movilidad para Barranquilla, dado que allí nunca ha existido congestión ni fenómenos de tráfico vehicular. Agregó que lo que hicieron fue cambiar el pavimento, colocar unas esferas en el centro y las luminarias. Respecto al tipo de separador utilizado para esta obra, dijo que no es seguro dado que su dimensión es bastante grande. “No me parece que sea muy práctico porque por la misma forma que tiene, si un carro las golpea se van a arrancar”, agregó Ospino.

El arquitecto Alfredo Reyes restó importancia a los bolardos, al señalar que el fundamento del diseño es la solución al arroyo de La María, que baja por esa vía. “Ajeno a lo estético de la obra, lo importante es que hayan cumplido con la solución hidráulica”.

Argumentó que, indistintamente del separador que usen, lo importante es que los andenes sean generosos y que fomenten la inclusión en el tema de espacio público.

Expresó que las esferas no le quitan valor a la obra y no cree que existan problemas de seguridad, siempre y cuando los carriles tengan el ancho adecuado, con dos vehículos en cada sentido.

Vecinos. Un residente del sector, Lermi Castro, opinó que los trabajos han sido buenos porque solucionan el problema del arroyo que baja por la carrera 54. “Esos separadores han generado polémica, pero no les veo lo malo ni lo peligroso”.

Otro habitante de la zona, Luis Escobar se mostró inconforme porque el proyecto era con un bulevar y después lo cambiaron. “Es distinto a lo que nos había socializado el Distrito”.

Estos fueron los diseños presentados por Edubar, previos a la realización de la obra. 

Cambio de diseños. El gerente de Edubar, Ramón Vides, explicó que el primer render de la obra era una propuesta inicial que estaba sujeta a modificación, si así lo consideraban el Distrito y el contratista. “El diseño del proyecto se ejecutó como es, la única modificación fue el separador central”.

Nury Logreira, secretaria de Infraestructura, dijo que el proyecto cumple con las dos calzadas de 7 metros, dos carriles y un separador variable, además de andenes, bordillos y la solución para el arroyo La María.  

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