Cientos de feligreses se acercaron en la mañana de hoy a la catedral María Reina para el celebrar el Domingo de Ramos. La conmemoración es el inicio de la Semana Santa, los días más importantes de la fe católica.
El día está rodeado de polémica por la utilización tradicional de palma de cera durante el rito. Por esta razón el Damab donó 200 árboles frutales como Mango y Níspero, y frondosos como la acacia y el roble, para que reemplacen a la palma, una especie considerada en peligro de extinción.
Muchos de los parroquianos que llegaron a la basílica llevaban sus ramos de palma, como las hermanas Olga de Pardo y Emilia Manjarrez, quienes aseguraron que 'la tradición debe honrarse'. Las mujeres contaron que las plantas serán incineradas y sus cenizas se guardarán para ser usadas durante la imposición de la cruz en el Miércoles de Ceniza del próximo año.
Otros de los fieles 'adoptaron' algunos de los árboles que estaban en la entrada del templo, como María Gutiérrez, estudiante de medicina, quien afirmó que 'hay que continuar con las costumbres pero también hay que tener conciencia y cuidar el ambiente, que es un regalo de Dios'. También hubo asistentes a las eucaristías que se acercaron con flores, que luego utilizarán para adornar sus casas, como lo indicó Rocío Sarmiento, una ama de casa.
El padre Dagoberto Rhenals explicó que la iglesia siempre ha sido defensora del medio ambiente y que incluso el papa Francisco público una encíclica (c arta solemne que el sumo pontífice dirige a todos los obispos y fieles católicos adoctrinando en cuestiones de fe o de costumbres) llamado 'Laudato Si'.
'El texto es un eco de toda la defensa de la iglesia en pos de la naturaleza. En esto tiempo en el que hemos visto que el medio ambiente ha venido a menos, la iglesia invita a sus feligreses a que cambien los ramos por un arbolito que hay que sembrar en las casas', manifestó el sacerdote.