El Heraldo
Un habitante de La Chinita halló en octubre el cuerpo descuartizado de Johnny Suárez, en un arroyo. Archivo El Heraldo
Judicial

¿Por qué 2015 es ya el año más violento del último lustro?

Hasta el viernes se habían registrado 364 asesinatos en Barranquilla. Salida en libertad de condenados, una razón que esgrime la Policía.

Sin haberse terminado, este año ya es el más violento del último lustro en Barranquilla por los 364 homicidios ocurridos hasta el viernes. En 2014 hubo 343; en 2013, 319; en 2012, 352, y en 2011, 328.

“La transformación de las dinámicas delincuenciales en la ciudad es evidente: se recrudeció la presencia y el accionar de grupos vinculados al tráfico y microtráfico de drogas”, explicó Jorge Ávila Pareja, director del Fondo de Seguridad y Convivencia del Distrito.

En respuesta a una solicitud de EL HERALDO, el ente suministró el registro de los asesinatos ocurridos el año pasado y los cometidos hasta el 31 de octubre último. La información fue discriminada por tipo de arma u objeto empleado, la fecha, la dirección, el barrio y la localidad.

Entre los hallazgos obtenidos tras actualizar la estadística del Fondo, se detecta que el periodo en curso supera al pasado (2014) en 21 casos, que julio ha sido el mes más violento con 40 hechos de sangre y que las armas de fuego han sido el “mecanismo causal” más utilizado en 284 veces.

“Las armas de fuego, por supuesto, dan cuenta de una organización que pretende dominar ciertos territorios y rutas”, agregó  Ávila Pareja.

 

DELITO SE DESPLAZA

Los datos indican que en lo corrido de estos 10 meses (de enero a octubre) se han cometido 341 asesinatos en la ciudad, mientras que en el mismo periodo del año pasado ocurrieron 281.

Entre los barrios más violentos figuran El Bosque, Santo Domingo, Villanueva, Centro, La Chinita y Rebolo, cada uno con 10 o más casos.

Llama la atención que, a pesar de que esos mismos sectores mantienen las más altas tasas de crímenes, este año han presentado disminuciones. Y que en zonas cercanas sucedió lo contrario.

Por ejemplo, en el barrio El Bosque hubo 28 homicidios entre enero y octubre de 2014, y en 2015 hubo 19, es decir, nueve menos, pero en sectores aledaños como Las Malvinas, Las Américas y Sourdis, las respectivas cifras pasan de ocho a diez, dos a ocho y cinco a nueve.

Esa tendencia surge de un “desplazamiento” del delito, asegura Ávila, por causas como la intervención institucional. Cita ejemplos como los “duros golpes” a la banda los ‘40 Negritos’ en La Chinita, el desmantelamiento de expendios de estupefacientes en la ‘Zona Cachacal’ de San Roque, y la reducción de conflictos entre pandillas juveniles y los operativos contra el hurto callejero en Ciudadela 20 de Julio.

“El incremento en aquellos que el año anterior tuvieron menos casos es producto del desplazamiento o del recrudecimiento del crimen organizado, frente al cual la actuación de inteligencia e investigación para judicializar ha sido deficiente”, advirtió el funcionario.

AGRAVANTES

Para la Policía Metropolitana hay tres atizadores de la violencia en esta capital: el microtráfico de drogas; el negocio informal del pagadiario o préstamos ‘a cuenta gotas’ y los bailes callejeros con picós.

“El gota a gota genera muchos conflictos, en especial por quienes realizan los cobros y la forma en que en ocasiones actúan; y los picós, porque en esos eventos hay muchas riñas con arma blanca o causan conflictos entre vecinos por el ruido”, dijo el general Ramiro Castrillón Lara, comandante de la Policía Metropolitana (Mebar).

El oficial también menciona que otro agravante es el entorno en los barrios con altos índices de homicidios, localizados en el  sur: menores de edad sin oportunidad o interés por estudiar, familias disfuncionales, consumo de alucinógenos y prostitución.

“El problema de fondo es social”, enfatiza Castrillón.

La alcaldesa Elsa Noguera De la Espriella manifestó hace dos semanas una posición distante al análisis del oficial, en una entrevista con el noticiero radial Atlántico en Noticias.

La mandataria aseveró que en barrios como El Bosque, San Luis, Santa María y en el suroriente “la administración ha hecho las mayores inversiones, ha llevado colegios, hospitales, vías, el corredor portuario, alumbrado público, y resulta que tenemos esta situación crítica en donde se presentan esas fronteras invisibles”.

Castrillón sostuvo que en la criminalidad también incide la pronta salida de la cárcel de personas capturadas en flagrancia o por orden judicial.

Las cifras de la Policía indican que este año, hasta el 13 de noviembre, habían sido detenidos 8.943 sospechosos por diferentes delitos, de los cuales 6.222 están libres. Solo por homicidio, el total de aprehendidos sumaba 211, de los cuales 102 no permanecen tras las rejas.


Un sicario mató la noche del jueves al tendero Alirio Castaño, en la Diagonal 5 con carrera 12, La Chinita.

SURORIENTE CRÍTICO

Las fronteras invisibles han sido referenciadas en recientes noticias. El 2 de noviembre hubo dos casos en menos de 12 horas, en La Chinita, y los perpetraron hombres que se aproximaron caminando a las víctimas.

Ese día, a las 11:30 a.m., fue acribillado de cinco disparos Yesid Suárez Ariza, de 21 años, en la calle 14 con carrera 12C. Y a las 11:30 p.m. fue asesinado de dos tiros Héider Manjarrés Anillo, de 27 años, en la Diagonal 5 con carrera 15.

Testigos declararon a investigadores de la Sijín que los ataques se debieron a que combos delincuenciales han impuesto “fronteras” en La Chinita y La Luz. En estos barrios fue donde policías hallaron en octubre último el cuerpo descuartizado de Johnny Suárez Cabarcas, de 19 años.

“No es un secreto para nadie, es un tema de microtráfico, de narcotráfico. Cuando se presentan esas barreras invisibles es porque empiezan a pelearse entre los grupos que distribuyen la droga”, afirmó la alcaldesa.

DROGAS Y EXTORSIONES

La estadística del Fondo permite observar que otros 10 homicidios ya habían acontecido este año en La Chinita, cerca de donde fueron baleados Suárez y Manjarrés.

Ocurrieron en direcciones como la calle 13 con carrera 12C, calle 12 con carrera 10C, Diagonal 5 con carrera 13, calle 5C con carrera 13, calle 5A con carrera 13 o la calle 5 con carrera 12.

Y en la Diagonal 5 con carrera 12, un sicario acribilló la noche del jueves anterior al tendero Alirio Castaño Castaño. Le propinó 15 balazos.

El microtráfico, el control de las extorsiones y las fronteras invisibles tienen un capítulo aparte. Además de estar ligadas entre sí, estos fenómenos son consecuencia “de la disputa de organizaciones delincuenciales que pretenden ejercer un dominio territorial”, manifestó Ávila.

Indagaciones de la Sijín han determinado que hay seis bandas en la ciudad, algunas con injerencia en los municipios de Soledad, Malambo y Puerto Colombia (área metropolitana), y poblaciones del Atlántico como Baranoa.

Las tres más fuertes siguen siendo los ‘Costeños’, los ‘40 Negritos’ y los ‘Papalópez’.

Un investigador indicó que ‘Costeños’ y ‘Negritos’ solían estar “aliados” en la disputa territorial con los ‘Papalópez’, en el sur y algunos barrios de Soledad. Las pesquisas indican, sin embargo, que han tenido diferencias y por esto ha habido no menos de cinco homicidios.

Al mando de los ‘Costeños’ continúan alias Castor y su mano derecha, alias Digno, que encabezan el cartel de los delincuentes más buscados por la Policía Metropolitana. Tienen órdenes de capturas por cargos de concierto para delinquir, homicidio, extorsión, terrorismo, narcotráfico y desplazamiento forzado.

Fuentes de la Fiscalía y la Sijín señalaron que ‘Castor’ y ‘Digno’ “se mueven constantemente” entre los departamentos del Magdalena y La Guajira, para evadir a las autoridades. “Se comunican por teléfono con sus compinches, por pin o WhatsApp, así mantienen el control”, detallaron.

LIBERTAD A CONDENADOS

La Policía y la Fiscalía han establecido que desde el segundo semestre del año pasado han ido quedando libres miembros de la estructura de la banda criminal ‘los Rastrojos’ que, según investigaciones, delinquió entre finales de 2009 y mediados de 2013 en Barranquilla y el Atlántico, antes de la división entre ‘Costeños’ y ‘Vallunos’.

Varios retornaron a esta capital de la Costa, y a municipios como Soledad, Baranoa y Juan de Acosta (Atlántico), donde tienen su arraigo familiar y han forjado sus carreras criminales, incluso desde sus épocas en el paramilitarismo.

Fuentes oficiales informaron a EL HERALDO que recuperaron la libertad después de acordar con fiscales allanarse a cargos por concierto para delinquir, y que jueces les dieran rebaja de pena y purgaran menos de seis años de prisión.

“Ya dimos orden a la Policía Judicial para que haga seguimiento a todo el que va saliendo y se verifique si tienen procesos pendientes”, indicó Castrillón.

POLICÍA: NO HAY BACRIM

El general Castrillón le respondió a EL HERALDO que en Barranquilla y el área metropolitana ya no hay bandas criminales. Según la Policía, esta ha sido la consecuencia de la división de ‘Los Rastrojos’ entre ‘Costeños’ y ‘Vallunos’. “Se organizaron para que ninguna de las estructuras que subsisten en el país, ‘Los Úsuga’ o ‘Los Rastrojos’, vuelvan a tener arraigo aquí”, dijo.

El oficial agregó que en la ciudad hay grupos delincuenciales que “se atomizaron y, a diferencia de Castor y Digno, no hay grandes cabezas visibles”.

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp
Convierta a El Heraldo en su fuente de noticias
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.