El Heraldo
Levantamiento del cuerpo de la mujer asesinada la semana pasada en Chiquinquirá. Archivo EL HERALDO
Judicial

Homicidios de mujeres bajaron en 2015 en Atlántico, mientras feminicidios crecieron

Secretaría de las Mujeres dice que sí es posible la reducción. Sociólogo analiza influencia del machismo en la violencia. Este año tres han sido víctimas de asesinato en Barranquilla.

La vida de Eucaris Cuentas Orozco terminó en medio de la celebración por la llegada del año nuevo. El ama de casa de 52 años que recibió un balazo, al parecer accidentalmente de su pareja, en medio de una riña intrafamiliar en Barranquilla, fue la primera mujer asesinada este año en el Atlántico.

A la estadística se suman Nurys Esther Blanco Salazar, de 64 años, atacada a tiros en el barrio Chiquinquirá el jueves anterior, y Sara Sandoval Cadena, de 42, cuyo deceso se produjo ese mismo día producto de la acción criminal del parrillero de una moto el 20 de diciembre del año pasado en el barrio Abajo, también en Barranquilla.

En enero de 2015 fueron tres los asesinatos mientras que en el mismo mes de 2014 hubo cinco casos. En todo el año pasado, de hecho, decreció la cantidad de homicidios con víctimas del sexo femenino, de acuerdo con las estadísticas que lleva la Secretaría para las Mujeres y la Equidad de Género en el Atlántico.

 Por el contrario, los feminicidios aumentaron. El 2015 cerró con 35 homicidios de mujeres, de los cuales las autoridades estiman que 12 encajan en la definición de feminicidio, crimen motivado por el hecho de ser mujer. En 2014 fueron 8 los hechos de este tipo (de un total de 47 homicidios).

El informe Masatugó (Forensis de Mujeres), del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, revela que entre 2009 y 2014 fueron asesinadas 8.020 mujeres en el país, con una tasa promedio, por cada cien mil habitantes, de 5,7. La más baja fue la de 2014, de 4,8.

Los cálculos de la institución indican que en promedio fueron asesinadas cuatro mujeres por día durante ese sexenio en Colombia. La edad media estimada fue de 32 años.

Un dato contundente sobre los hechos es que la circunstancia más prevalente fue la violencia intrafamiliar, en un 35,66% de los casos, seguida de la violencia interpersonal, con 25,07%.

“Las estadísticas de violencia contra las mujeres ponen al descubierto la existencia de una trágica realidad que ha adquirido en la actualidad dimensiones inéditas: el crecimiento continuo y reiterativo de la violencia contra la mujer que en el peor de los casos termina con su muerte”, añade Medicina Legal en el documento.

Frente a esto, análisis realizados por el grupo de Estudios de Género, Familia y Sociedad de la universidad Simón Bolívar sobre la abundante normatividad aprobada alrededor de este problema social  dan cuenta de que a pesar de los avances legislativos (ver recuadro: Las leyes) y de los esfuerzos institucionales y de las organizaciones de la sociedad civil representadas en la Mesa de Seguimiento de la ley 1257 de 2008, “la violencia contra la mujer en el país no se ha visto impactada, ya que existe una gran brecha entre la normatividad y la realidad”.

Para la secretaria de las mujeres, Stibaliz Castellanos, el trabajo desarrollado en el departamento sí está dando resultados y ha derivado en un incremento de la denuncia.  “Por ejemplo, le apuntamos fuertemente a la autonomía económica, se ha logrado la creación de 1.200 microempresas, para que muchas mujeres ya no sigan eternamente con ese dependencia que les impide hablar; muchas de ellas decían: doctora, pero si lo denuncio, ¿quién me mantiene a mí y a mis hijos?, pero han podido salir adelante”, comenta.

En opinión de Castellanos sí es posible seguir reduciendo la tasa de homicidios, aunque reconoce su preocupación por las tentativas de feminicidios registradas en el departamento dadas que las víctimas viven un riesgo latente de ser asesinadas. La Secretaría tiene reportes de unos 20 a lo largo de 2015.

“Hemos conocido casos de mujeres que se han encerrado en el baño y se han comunicado con nosotras a través de la línea whatsapp que tenemos habilitada, con lo que hemos podido darle avisa a la patrulla del cuadrante y evitar hechos lamentables”, agrega. 

El machismo como factor. Para el sociólogo Raymundo Caviedes, director del Centro de Investigaciones Sociales de Unisimón, cuando se habla del machismo como factor influyente en la violencia contra la mujer es necesario aclarar que no es una cuestión que compete única y exclusivamente al hombre cuando usa la fuerza para dominar a la mujer. Explica que el machismo corresponde a toda una mentalidad cultural, arraigada tanto en hombres como mujeres, en toda la sociedad, y que coadyuva a que siga existiendo ese tipo de relaciones.

“Un ejemplo de eso –apunta–, es cuando la mujer se culpabiliza a sí misma de las agresiones justificándolas por no haber realizado determinadas tareas y otra series de actuaciones que fomentan ese espíritu machista”.

Por eso, en concepto de Caviedes, es claro que el problema no se soluciona a través del control del salvaje al débil, cuando se acude a las autoridades para repeler las agresiones, sino con medidas de mayor profundidad.  

Las leyes

Entre las normas aprobadas en los últimos años en Colombia por el Congreso con la idea de frenar la violencia contra las mujeres están:
- Ley 1257 de 2008 y sus decretos reglamentarios sobre el derecho de la mujer a una vida libre de violencia.
-Ley 1448 de 2011 sobre las víctimas y la restitución de tierras.
-1542 de 2012 contra la violencia doméstica.
-1719 de 2014 que estableció medidas para garantizar el acceso a la justicia de las víctimas de violencia sexual, en especial la violencia sexual con ocasión del conflicto armado.
-Ley 1761 de 2015, llamada Rosa Elvira Cely en honor a una la mujer asesinada en Bogotá, que creó el tipo penal autónomo del feminicidio para sancionar los homicidios cometidos en contra de mujeres por razones de género.
- Ley Natalia Ponce, sancionada ayer por el Presidente de la República. Endurece las penas por los ataques con ácido y sustancias similares.

 

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