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Fernando Vergara/ASSOCIATED PRESSAP

En un ambiente de tranquilidad pero con temor a posibles represalias, Colombia sigue hoy a la expectativa de las consecuencias de la muerte del máximo jefe de las Farc, Alfonso Cano, por la situación de los secuestrados que están en poder de la guerrilla y las acciones militares en la zona del Cauca.

En diálogo con la agencia Efe, el gobernador del departamento del Cauca, donde murió Cano, Guillermo Alberto González, señaló que ya sin la presencia del máximo jefe de las Farc, la ocasión se convierte 'en una oportunidad para llegar a un proceso de paz'.
Recordó que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dejó abierta esa posibilidad siempre y cuando los rebeldes 'muestren hechos de paz' como dejar libres a todos los secuestrados y cesar las acciones terroristas.

'Está demostrado que la guerrilla no tiene protección. A sus dirigentes se les ubica, se les persigue', señaló González, quien se preguntó por qué insistir en ese camino que le ha costado tantas vidas al país.

'Lo que les queda (a las Farc) es mostrar hechos de paz', recalcó el gobernador, quien señaló que lo que ahora percibe en la población de su departamento, es un 'soplo de alivio, de tranquilidad'.

Explicó que por orden del alto Gobierno, desde el día en que se comprobó la muerte de Alfonso Cano, al departamento llegaron 2.000 hombres para reforzar la seguridad 'en busca de prevenir cualquier retaliación contra la población civil'.

En todo caso, resaltó que la ‘Operación Odiseo’ fue 'importante no solo para Colombia, sino para el mundo'.

Retaliaciones inmediatas. Desde ayer el Cauca está sometido a retaliaciones de la guerrilla de las Farc. Un atentado ocurió en Piendamó y el otro en Jambaló. En los atentados perdieron la vida el patrullero Juan Camilo Moreno Moreno y el recreacionista Jorge Eduardo González Santos.

El coronel Luis Eduardo Martínez, comandante de la Regional Cuarta de la Policía Nacional, confirmó al diario El País de Cali que 'a las 2:40 a.m., de ayer varios sujetos, utilizando una camioneta roja cuatro estacas como rampla, lanzaron cuatro cilindros contra las instalaciones de la Estación de Policía de Piendamó, en pleno centro de la población. Tres policías que se encontraban de centinelas identificados como Julián Sánchez, Derby Bustamante y Fausto Niño fueron remitidos a la clínica La Estancia de Popayán, donde se dijo que se encuentran fuera de peligro.

La explosión en la calle principal dejó en la ruina a tres familias, quienes en hasta entonces están ubicadas en la calle. También fueron confirmados hostigamientos del 30 Frente de las Farc a los corregimientos de El Mango y El Plateado, en Argelia.
En Jambaló, el ataque dejó un efectivo de la Policía muerto y dos más heridos.

El defensor del Pueblo, Vólmar Pérez, se mostró preocupado porque los efectos de la violencia los sufren las poblaciones y dijo que se trabaja para proteger a la población civil en Caldono, Jambaló, Toribío, Corinto y Mondomo.

'Morir antes que vivir de rodillas'

En un comunicado publicado en la página de Anncol, las Farc advirtieron que no se desmovilizarán y que por el contrario su lucha continuará.

'La caída del camarada Alfonso Cano es la inmortal resistencia del pueblo colombiano, que prefiere morir antes que vivir de rodillas mendigando. La historia de las luchas de este pueblo está repleta de mártires, que jamás dieron su brazo a torcer en la búsqueda de la igualdad y la justicia.

La paz en Colombia no nacerá de ninguna desmovilización guerrillera, sino de la abolición definitiva de las causas que dan nacimiento al alzamiento. Hay una política trazada y se continuará'.

Por Resumen de Agencias