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México. Cuando el papa Francisco llegue el próximo domingo a Ecatepec (en el central Estado de México), pasará por avenidas renovadas, listas para mostrar la otra cara de un municipio en el que predominan las altas tasas de violencia, ante las cuales los vecinos piden que el pontífice traiga 'paz'.

El asfalto repavimentado, las frescas rayas de pintura, las plantas recién podadas y las aceras casi por estrenar solo se ven en aquellas calles por las que está planeado que pase Francisco, que llegará para celebrar una multitudinaria misa con más de 300.000 personas.

Los obreros ya trabajan a contrarreloj en el terreno conocido como 'El Caracol', aledaño a la Unidad de Estudios Superiores, para terminar el escenario en el que se celebrará la eucaristía, coronado por un alto semicírculo del que, de momento, solo se vislumbra el esqueleto.

En 2014, Ecatepec triplicó, con una cifra de 35,9 homicidios por cada 100.000 habitantes, la media nacional, y se situó entre las primeras posiciones de los municipios con mayor número de extorsiones, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública.